jueves, 10 de abril de 2008

Pequeñas Semillitas 0358

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0358 ~ Jueves 10 de Abril de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
No tengas miedo. Aprende a dominar los impulsos del miedo que te perjudican. ¿Miedo de qué?
No permitas fantasías a tu mente para que pueda controlar sus emociones.
Sé valiente. Dios protege a todos sus hijos y tú no serás olvidado.
Cuando sientas miedo, di a ti mismo: "La fuerza divina me protege. Dios está en mí. Dios está conmigo".
Obrando así, lograrás dominar el miedo, que te impide crecer y evolucionar.




Evangelio de hoy



En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».
(Juan 6, 44-51)

Comentario
Hoy cantamos al Señor de quien nos viene la gloria y el triunfo. El Resucitado se presenta a su Iglesia con aquel «Yo soy el que soy» que lo identifica como fuente de salvación: «Yo soy el pan de la vida» (Jn 6,48). En acción de gracias, la comunidad reunida en torno al Viviente lo conoce amorosamente y acepta la instrucción de Dios, reconocida ahora como la enseñanza del Padre. Cristo, inmortal y glorioso, vuelve a recordarnos que el Padre es el auténtico protagonista de todo. Los que le escuchan y creen viven en comunión con el que viene de Dios, con el único que le ha visto y, así, la fe es comienzo de la vida eterna.
El pan vivo es Jesús. No es un alimento que asimilemos a nosotros, sino que nos asimila. Él nos hace tener hambre de Dios, sed de escuchar su Palabra que es gozo y alegría del corazón. La Eucaristía es anticipación de la gloria celestial: «Partimos un mismo pan, que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, para vivir por siempre en Jesucristo» (San Ignacio de Antioquía). La comunión con la carne del Cristo resucitado nos ha de acostumbrar a todo aquello que baja del cielo, es decir, a pedir, a recibir y asumir nuestra verdadera condición: estamos hechos para Dios y sólo Él sacia plenamente nuestro espíritu.
Pero este pan vivo no sólo nos hará vivir un día más allá de la muerte física, sino que nos es dado ahora «por la vida del mundo» (Jn 6,51). El designio del Padre, que no nos ha creado para morir, está ligado a la fe y al amor. Quiere una respuesta actual, libre y personal, a su iniciativa. Cada vez que comemos de este pan, ¡adentrémonos en el Amor mismo! Ya no vivimos para nosotros mismos, ya no vivimos en el error. El mundo todavía es precioso porque hay quien continúa amándolo hasta el extremo, porque hay un Sacrificio del cual se benefician hasta los que lo ignoran.
Rev. D. Pere Montagut i Piquet (Barcelona, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a los Beatos Colombianos de San Juan de Dios, Mártires.

Otros santos del día:San Ezequiel.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1545 - El pastor indio Diego Hualipa descubre los yacimientos de plata de Potosí actual Bolivia.
1775 - Nace el Dr. Samuel Hahnemann, creador de la homeopatía.
1847 - Nace en Hungría, Joseph Pulitzer, periodista nacionalizado estadounidense.
1864 - El Archiduque Maximiliano de Austria es nombrado Emperador de México.
1868 - Se estrena el "Requiem" de Johannes Brahms, basado en la Biblia y no en la misa romana.
1887 - Nace en Argentina el Dr.Bernardo Houssay, médico, biólogo y fisiólogo, ganador del Premio Nobel de medicina en 1947.
1912 - Zarpa el Titanic desde Inglaterra hacia su primera y última travesía.
1919 - Asesinan a Emiliano Zapata, uno de los líderes de la Revolución Mexicana.
1931 - Muere Kahlil Gibran, poeta y pintor de origen árabe.
1932 - Nace el actor egipcio Omar Shariff.
1934 - Muere Cecilia Grierson, la primera médica argentina, higienista y educadora.
1954 - Muere Auguste Marie Lumiere, inventor del cine, junto a su hermano Louis.
1970 - Paul McCartney anuncia la separación de Los Beatles.
1974 - Golda Meir renuncia como primer ministro de Israel. La reemplaza Yitzhak Rabin.
1998 - Los partidos norirlandeses llegan a un acuerdo de paz para el Ulster que pone fin a 30 años de violencia.
2001 - Holanda: Los senadores holandeses legalizan la eutanasia con algunas condiciones y así el país se convierte en el primero del mundo que autoriza oficialmente esta polémica práctica médica.



Pensamiento



"El egoísmo no consiste en vivir como uno quiere sino en exigir que los otros vivan como queremos nosotros".
Oscar Wilde



Mensaje del Papa Benedicto XVI



Mensaje que ha escrito Benedicto XVI con motivo de la XLV Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que se celebra el 13 de abril, cuarto domingo de Pascua y cuyo tema es este año «Las vocaciones al servicio de la Iglesia-misión».


Queridos hermanos y hermanas:

1. Para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará el 13 de abril de 2008, he escogido como tema: "Las vocaciones al servicio de la Iglesia-misión". Jesús Resucitado confió a los Apóstoles el mensaje: «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19), garantizándoles: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). La Iglesia es misionera en su conjunto y en cada uno de sus miembros. Si por los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación cada cristiano está llamado a dar testimonio y a anunciar el Evangelio, la dimensión misionera está especial e íntimamente unida a la vocación sacerdotal. En la alianza con Israel, Dios confió a hombres escogidos, llamados por Él y enviados al pueblo en su nombre, la misión profética y sacerdotal. Así lo hizo, por ejemplo, con Moisés: «Ve, pues, -le dijo el Señor- yo te envío al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo... cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, me daréis culto en este monte» (Ex 3, 10.12). Y lo mismo hizo con los profetas.

2. Las promesas hechas a los padres se realizaron plenamente en Jesucristo. A este respecto, el Concilio Vaticano II dice: «Vino, pues, el Hijo, enviado por el Padre, que nos eligió en Él antes de la creación del mundo, y nos predestinó a ser sus hijos adoptivos... Cristo, por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el reino de los cielos, nos reveló su misterio, y nos redimió con su obediencia» (Const. dogm. Lumen gentium, 3). Y Jesús escogió como estrechos colaboradores suyos en el ministerio mesiánico a unos discípulos, ya en su vida pública, durante la predicación en Galilea. Por ejemplo, cuando en la multiplicación de los panes, dijo a los Apóstoles: «Dadles vosotros de comer» (Mt 14, 16), impulsándolos así a hacerse cargo de las necesidades del gentío, al que quería ofrecer pan que lo saciara, pero también revelar el pan «que perdura, dando vida eterna» (Jn 6, 27). Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque mientras recorría pueblos y ciudades, los encontraba cansados y abatidos «como ovejas que no tienen pastor» (cf. Mt 9, 36). De aquella mirada de amor brotaba la invitación a los discípulos: «Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9, 38), y envió a los Doce «a la ovejas perdidas de Israel», con instrucciones precisas. Si nos detenemos a meditar el pasaje del Evangelio de Mateo denominado «discurso misionero», descubrimos todos los aspectos que caracterizan la actividad misionera de una comunidad cristiana que quiera permanecer fiel al ejemplo y a las enseñanzas de Jesús. Corresponder a la llamada del Señor comporta afrontar con prudencia y sencillez cualquier peligro e incluso persecuciones, ya que «un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo» (Mt 10, 24). Al hacerse una sola cosa con el Maestro, los discípulos ya no están solos para anunciar el Reino de los cielos, sino que el mismo Jesús es quien actúa en ellos: «El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado» (Mt 10, 40). Y además, como verdaderos testigos, «revestidos de la fuerza que viene de lo alto» (cf. Lc 24, 49), predican «la conversión y el perdón de los pecados» (Lc 24, 47) a todo el mundo.

3. Precisamente porque el Señor los envía, los Doce son llamados «apóstoles», destinados a recorrer los caminos del mundo anunciando el Evangelio como testigos de la muerte y resurrección de Cristo. San Pablo escribe a los cristianos de Corinto: «Nosotros -es decir, los Apóstoles- predicamos a Cristo crucificado» (1 Co 1, 23). En ese proceso de evangelización, el libro de los Hechos de los Apóstoles atribuye un papel muy importante también a otros discípulos, cuya vocación misionera brota de circunstancias providenciales, incluso dolorosas, como el ser expulsados de la propia tierra por ser seguidores de Jesús (cf. 8, 1-4). El Espíritu Santo permite que esta prueba se transforme en ocasión de gracia, y se convierta en oportunidad para que el nombre del Señor sea anunciado a otras gentes y se ensanche así el círculo de la comunidad cristiana. Se trata de hombres y mujeres que, como escribe Lucas en el libro de los Hechos, «han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo» (15, 26). El primero de todos, llamado por el mismo Señor a ser un verdadero Apóstol, es sin duda alguna Pablo de Tarso. La historia de Pablo, el mayor misionero de todos los tiempos, lleva a descubrir, bajo muchos puntos de vista, el vínculo que existe entre vocación y misión. Acusado por sus adversarios de no estar autorizado para el apostolado, recurre repetidas veces precisamente a la vocación recibida directamente del Señor (cf. Rm 1, 1; Ga 1, 11-12.15-17).

4. Al principio, como también después, lo que «apremia» a los Apóstoles (cf. 2 Co 5, 14) es siempre «el amor de Cristo». Fieles servidores de la Iglesia, dóciles a la acción del Espíritu Santo, innumerables misioneros han seguido a lo largo de los siglos las huellas de los primeros apóstoles. El Concilio Vaticano II hace notar que «aunque la tarea de propagar la fe incumbe a todo discípulo de Cristo según su condición, Cristo Señor llama siempre de entre sus discípulos a los que quiere para que estén con Él y para enviarlos a predicar a las gentes (cf. Mc 3, 13-15)» (Decr. Ad gentes, 23). El amor de Cristo, de hecho, viene comunicado a los hermanos con ejemplos y palabras; con toda la vida. «La vocación especial de los misioneros ad vitam -escribió mi venerado predecesor Juan Pablo II- conserva toda su validez: representa el paradigma del compromiso misionero de la Iglesia, que siempre necesita donaciones radicales y totales, impulsos nuevos y valientes» (Encl. Redemptoris missio, 66).

5. Entre las personas dedicadas totalmente al servicio del Evangelio se encuentran de modo particular los sacerdotes llamados a proclamar la Palabra de Dios, administrar los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Reconciliación, entregados al servicio de los más pequeños, de los enfermos, de los que sufren, de los pobres y de cuantos pasan por momentos difíciles en regiones de la tierra donde hay tal vez multitudes que aún hoy no han tenido un verdadero encuentro con Jesucristo. A ellos, los misioneros llevan el primer anuncio de su amor redentor. Las estadísticas indican que el número de bautizados aumenta cada año gracias a la acción pastoral de esos sacerdotes, totalmente consagrados a la salvación de los hermanos. En ese contexto, se expresa un agradecimiento especial «a los presbíteros fidei donum, que con competencia y generosa dedicación, sin escatimar energías en el servicio a la misión de la Iglesia, edifican la comunidad anunciando la Palabra de Dios y partiendo el Pan de Vida. Hay que dar gracias a Dios por tantos sacerdotes que han sufrido hasta el sacrificio de la propia vida por servir a Cristo... Se trata de testimonios conmovedores que pueden impulsar a muchos jóvenes a seguir a Cristo y a dar su vida por los demás, encontrando así la vida verdadera» (Exhort. apost. Sacramentum caritatis, 26). A través de sus sacerdotes, Jesús se hace presente entre los hombres de hoy hasta los confines últimos de la tierra.

6. Siempre ha habido en la Iglesia muchos hombres y mujeres que, movidos por la acción del Espíritu Santo, han escogido vivir el Evangelio con radicalidad, haciendo profesión de los votos de castidad, pobreza y obediencia. Esas pléyades de religiosos y religiosas, pertenecientes a innumerables Institutos de vida contemplativa y activa, «han tenido hasta ahora y siguen teniendo gran participación en la evangelización del mundo» (Decr. Ad gentes, 40). Con su oración continua y comunitaria, los religiosos de vida contemplativa interceden incesantemente por toda la humanidad; los de vida activa, con su multiforme acción caritativa, dan a todos el testimonio vivo del amor y de la misericordia de Dios. Refiriéndose a estos apóstoles de nuestro tiempo, el Siervo de Dios Pablo VI escribió: «Gracias a su consagración religiosa, ellos son, por excelencia, voluntarios y libres para abandonar todo y lanzarse a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Ellos son emprendedores y su apostolado está frecuentemente marcado por una originalidad y una imaginación que suscitan admiración. Son generosos: se les encuentra no raras veces en la vanguardia de la misión y afrontando los más grandes riesgos para su santidad y su propia vida. Sí, en verdad, la Iglesia les debe muchísimo» (Exhort. apost. Evangelii nuntiandi, 69).

7. Además, para que la Iglesia pueda continuar y desarrollar la misión que Cristo le confió, y no falten los evangelizadores que el mundo tanto necesita, es preciso que nunca deje de haber en las comunidades cristianas una constante educación en la fe de los niños y de los adultos; es necesario mantener vivo en los fieles un sentido activo de responsabilidad misional y una participación solidaria con los pueblos de toda la tierra. El don de la fe llama a todos los cristianos a cooperar en la evangelización. Esta toma de conciencia se alimenta por medio de la predicación y la catequesis, la liturgia y una constante formación en la oración; se incrementa con el ejercicio de la acogida, de la caridad, del acompañamiento espiritual, de la reflexión y del discernimiento; como de la planificación pastoral, una de cuyas partes integrantes es la atención vocacional.

8. Las vocaciones al sacerdocio ministerial y a la vida consagrada sólo florecen en un terreno espiritualmente bien cultivado. De hecho, las comunidades cristianas que viven intensamente la dimensión misionera del ministerio de la Iglesia nunca se cerrarán en sí mismas. La misión, como testimonio del amor divino, resulta especialmente eficaz cuando se comparte «para que el mundo crea» (cf. Jn 17, 21). El don de la vocación es un don que la Iglesia implora cada día al Espíritu Santo. Como en los comienzos, reunida en torno a la Virgen María, Reina de los Apóstoles, la comunidad eclesial aprende de ella a pedir al Señor que florezcan nuevos apóstoles que sepan vivir la fe y el amor necesarios para la misión.

9. Mientras confío esta reflexión a todas las Comunidades eclesiales, para que la hagan suya y, sobre todo, les sirva de inspiración para la oración, aliento el esfuerzo de cuantos trabajan con fe y generosidad en favor de las vocaciones, y envío de corazón a los educadores, a los catequistas y a todos, especialmente a los jóvenes en etapa vocacional, una especial Bendición Apostólica.

Benedicto XVI



Cosas curiosas



¿ Sabías que el nombre de Jesús significa Salvador ?
Cristo, al igual que Mesías, significa Ungido. Sus discípulos han fundido ambos nombres en uno sólo: Jesucristo.



¿ Sabías que la palabra Papa proviene de una orden de Urbano II en 1098 ?
Donde se dice que servirá para designar a todos los pontífices, ya que reune las iniciales de Pedro, Apóstol, Pontífice y Augusto.



¿ Sabías que uno de los insectos más fuertes es el escarabajo Atlas ?
Puede levantar más de 800 veces su propio peso corporal, equivalente a un hombre levantando un tanque.




Historias : A través de los ojos de una niña



Un anciano se sentaba día tras día en su hamaca. Clavado en su sillón, prometía no moverse de ese lugar hasta no ver a Dios.
Una tarde de primavera, el hombre de la hamaca, incansable en su búsqueda visual de Dios, vio a una chiquita jugando en la calle.
La pelota de la pequeña rodó hasta el patio del viejo. Ella corrió a recogerla, se agachó para levantarla, miró al anciano y dijo:
-Señor, lo veo todos los días hamacándose en su sillón y mirando el vacío. ¿Qué está buscando?
-Oh, querida, eres demasiado joven para comprender -replicó el hombre.
-Puede ser -respondió la niña-, pero mamá siempre me dijo que, si tenía algo en mi cabeza, debía hablar de eso. Dice que es para entender mejor. Ella siempre dice:
"Querida Lizzy, cuenta tus pensamientos". Cuéntalos, cuéntalos, dice siempre mamá.
-Oh, bueno, dulce Lizzy, no creo que tú puedas ayudarme -gruñó el viejo.
-Tal vez no, señor, pero quizá lo ayude simplemente escuchándolo.
-Está bien, dulce Lizzy. Estoy buscando a Dios.
-Con todo respeto, señor, ¿se hamaca para adelante y para atrás en ese sillón día tras día buscando a Dios? -inquirió la dulce Lizzy, confundida.
-Bueno, sí. Antes de morir necesito creer que existe un Dios. Necesito un signo y hasta ahora no lo he visto.
-¿Un signo, señor? ¿Un signo? -repuso Lizzy, bastante desconcertada por las palabras del hombre.
Señor, Dios le da un signo cuando usted respira. Cuando huele las flores frescas. Cuando oye cantar a los pájaros.
Cuando nace un bebé. Señor, Dios le muestra un signo cuando ríe y cuando llora, cuando siente brotar lágrimas en sus ojos. Abrazar y amar es un signo en su corazón. Dios le da un signo en el viento y en los arcos iris y en el cambio de las estaciones. Todos los signos están a la vista, pero ¿usted no cree en ellos? Señor, Dios está en usted y Dios está en mí. No hay necesidad de buscar porque él o ella o lo que fuere está aquí todo el tiempo.
Con una mano en la cadera y la otra agitándose en el aire, la dulce Lizzy continuó:
-Mamá me dice: "Querida Lizzy, si estás buscando algo monumental, es que cerraste los ojos, porque ver a Dios es ver las cosas más simples, ver a Dios es ver la vida en todas las cosas". Eso es lo que me dice mamá.
-Dulce Lizzy, eres muy perspicaz en tu conocimiento de Dios, pero eso que dices no es suficiente.
Lizzy se acercó al anciano, le apoyó sus manos infantiles sobre el corazón y le habló despacito al oído.
-Señor, viene de aquí, no de allá -dijo señalando el cielo-. Encuéntrelo en su corazón, en su propio espejo. Entonces, señor, verá los signos.
Mientras la dulce Lizzy cruzaba otra vez la calle, se dio vuelta para mirar al hombre y sonrió.
Luego, agachándose para oler las flores, gritó:
-Mamá siempre me dice: "Dulce Lizzy, si buscas algo monumental, es que cerraste los ojos".

Dee Robinson.



Meditación breve



Decir que alguien es "genuino y auténtico" es un gran elogio. Cuando hablamos del carácter usamos imágenes relacionadas con la joyería: "oro puro, un diamante, una perla, una joya". La belleza y la rareza hacen que las gemas sean preciosas para nosotros, y al usar el mismo lenguaje para describir a las personas, implicamos que el verdadero valor personal es igualmente hermoso y raro.
Sin embargo, está al alcance de cualquiera. Todos estamos de acuerdo en que los rasgos de carácter más valiosos son la honestidad, la lealtad, la apertura, el valor, el sentido del humor y la capacidad de amar. Todos los tenemos y todos somos capaces de adquirirlos. Las imitaciones no sirven.
Que las cualidades de otro sean o no auténticas no debe preocuparme. Sé lo que admiro y tengo bastante que hacer puliendo las mías.




Pedido de oración


Pedimos oración por Carlina Sar, de Santiago del Estero, Argentina, que está enferma de estres y depresión.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.




Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



La gloria de María consiste en que los hombres podemos conseguir nuestra felicidad eterna por ella; su misión consistió en pensar en nosotros, sufrir por nosotros, para que nosotros no nos perdiéramos, sino que alcanzáramos la eterna felicidad.
A imitación de nuestra excelsa Madre, sus hijos debemos pensar en los demás, preocuparnos por los demás, vivir para los demás, buscar la salvación de los demás. Ejercer la acción apostólica, que nos impulsa a vencer nuestra comodidad, nuestra pereza, y acercarnos a la vida de los demás, no para molestar, no por curiosidad, sino para brindarles la salvación y la felicidad.

"Madre educadora de la fe, cuida de que el Evangelio nos penetre, conforme nuestra vida diaria y produzca frutos de santidad" (Puebla 290)


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

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