domingo, 30 de septiembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1828


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1828 ~ Domingo 30 de Setiembre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mes de la Biblia
   

Alabado sea Jesucristo…
La escena es sorprendente. Los discípulos se acercan a Jesús con un problema. Vienen preocupados. Un exorcista, no integrado en el grupo, está echando demonios en nombre de Jesús. Los discípulos no se alegran de que la gente quede curada y pueda iniciar una vida más humana. Solo piensan en el prestigio de su propio grupo. Por eso, han tratado de cortar de raíz su actuación. Esta es su única razón: "no es de los nuestros".
Los discípulos dan por supuesto que, para actuar en nombre de Jesús y con su fuerza curadora, es necesario ser miembro de su grupo. Nadie puede apelar a Jesús y trabajar por un mundo más humano, sin formar parte de la Iglesia. ¿Es realmente así? ¿Qué piensa Jesús?
Jesús rompe toda tentación sectaria en sus seguidores. No ha constituido su grupo para controlar su salvación mesiánica. No es rabino de una escuela cerrada sino Profeta de una salvación abierta a todos. Su Iglesia ha de apoyar su Nombre allí donde es invocado para hacer el bien.
No quiere Jesús que entre sus seguidores se hable de los que son nuestros y de los que no lo son, los de dentro y los de fuera, los que pueden actuar en su nombre y los que no pueden hacerlo. Su modo de ver las cosas es diferente: "El que no está contra nosotros está a favor nuestro".
En la sociedad moderna hay muchos hombres y mujeres que trabajan por un mundo más justo y humano sin pertenecer a la Iglesia. Algunos ni son creyentes, pero están abriendo caminos al reino de Dios y su justicia. Son de los nuestros. Hemos de alegrarnos en vez de mirarlos con resentimiento. Los hemos de apoyar en vez de descalificar.
José Antonio Pagola


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.
»Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga».
(Mc 9,38-43.45.47-48)

Comentario
Hoy, según el modelo del realizador de televisión más actual, contemplamos a Jesús poniendo gusanos y fuego allí donde debemos evitar ir: el infierno, «donde el gusano no muere y el fuego no se apaga» (Mc 9,48). Es una descripción del estado en el que puede quedar una persona cuando su vida no la ha llevado allí adonde quería ir. Podríamos compararlo al momento en que, conduciendo nuestro automóvil, tomamos una carretera por otra, pensando que vamos bien y vamos a parar a un lugar desconocido, sin saber dónde estamos y adónde no queríamos ir. Hay que evitar ir, sea como sea, aunque tengamos que desprendernos de cosas aparentemente irrenunciables: sin manos (cf. Mc 9,43), sin pies (cf. Mc 9,45), sin ojos (cf. Mc 9,47). Es necesario querer entrar en la vida o en el Reino de Dios, aunque sea sin algo de nosotros mismos.
Posiblemente, este Evangelio nos lleva a reflexionar para descubrir qué tenemos, por muy nuestro que sea, que no nos permite ir hacia Dios, —y todavía más— qué nos aleja de Él.
El mismo Jesús nos orienta para saber cuál es el pecado en el que nos hacen caer nuestras cosas (manos, pies y ojos). Jesús habla de los que escandalizan a los pequeños que creen en Él (cf. Mc 9,42). “Escandalizar” es alejar a alguien del Señor. Por lo tanto, valoremos en cada persona su proximidad con Jesús, la fe que tiene.
Jesús nos enseña que no hace falta ser de los Doce o de los discípulos más íntimos para estar con Él: «El que no está contra nosotros, está por nosotros» (Mc 9,40). Podemos entender que Jesús lo salva todo y “da gato por liebre”. Es una lección del Evangelio de hoy: hay muchos que están más cerca del Reino de Dios de lo que pensamos, porque hacen milagros en nombre de Jesús. Como confesó santa Teresita del Niño Jesús: «El Señor no me podrá premiar según mis obras (...). Pues bien, yo confío en que me premiará según las suyas».
Rev. D. Valentí ALONSO i Roig (Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Jerónimo
Doctor de la Iglesia


El IV siglo después de Cristo, que tuvo su momento importante en el 380 con el edicto del emperador Teodosio que ordenaba que la fe cristiana tenía que ser adoptada por todos los pueblos del imperio, está repleto de grandes figures de santos: Atanasio, Hilario, Ambrosio, Agustín, Crisóstomo, Basilio y Jerónimo.

Este último nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340; estudió en Roma y allí fue bautizado. Su espíritu es enciclopédico: su obra literaria nos revela al filósofo, al retórico, al gramático, al dialéctico, capaz de pensar y escribir en latín, en griego, en hebreo; escritor rico, puro y robusto al mismo tiempo. A él se debe la traducción al latín del Antiguo y del Nuevo Testamento, que llegó a ser, con el titulo de Vulgata, la Biblia oficial del cristianismo.

Jerónimo es de una personalidad fortísima: en cualquier parte a donde va suscita entusiasmos o polémicas. En Roma fustiga los vicios y las hipocresías y también preconiza nuevas formas de vida religiosa, atrayendo a ellas a algunas mujeres influyentes patricias de Roma, que después lo siguen en la vida eremítica de Belén.

La huida de la sociedad de este desterrado voluntario se debió a su deseo de paz interior, no siempre duradera, porque de vez en cuando reaparecía con algún nuevo libro. Los rugidos de este “león del desierto” se hacían oír en Oriente y en Occidente. Sus violencias verbales iban para todos. Tuvo palabras duras para Ambrosio, para Basilio y hasta para su amigo Agustín que tuvo que pasar varios tragos amargos. Lo prueba la correspondencia entre los dos grandes doctores de la Iglesia, que se conservan casi en su totalidad. Pero sabía suavizar sus intemperancias de carácter cuando el polemista pasaba a ser director de almas.

Cuando terminaba un libro, iba a visitar a las monjas que llevaban vida ascética en un monasterio no lejos del suyo. Él las escuchaba, contestando sus preguntas. Estas mujeres inteligentes y vivas fueron un filtro para sus explosiones menos oportunas y él les pagaba con el apoyo y el alimento de una cultura espiritual y bíblica. Este hombre extraordinario era consciente de sus limitaciones y de sus propias faltas. Las remediaba dándose golpes de pecho con una piedra. Pero también se daba cuenta de sus méritos, tan es así que la larga lista de los hombres ilustres, de los que hizo un breve pero precioso resumen (el De viris illustribus) termina con un capítulo dedicado a él mismo. Murió a los 72 años, en el 420, en Belén.

Fuente: Catholic.net


Palabras del Beato Juan Pablo II

“El cometido de la Iglesia
es el de favorecer el acceso
de las inteligencias y de las conciencias
a la verdad de Dios que se reveló en Cristo,
quien confió a los apóstoles y a la Iglesia este ministerio,
esta diaconía de la verdad en la caridad”

Beato Juan Pablo II


Tema del día:
Ser grandes en espíritu


Iba Jesús caminando entre sus discípulos. Quizá comenzaban ya su viaje hacia Jerusalén, y mientras caminaban, Jesús les daba varias enseñanzas e instrucciones. La primera lección que hoy nos trae el evangelio es la de que nosotros, aunque sigamos de cerca a Jesús, no tenemos el monopolio de la verdad. Hay que respetar y apreciar las cosas buenas que veamos en otros, aunque no sean de nuestro grupo social o religioso. La enseñanza surgió porque Juan, como portavoz de otros, le dijo a Jesús que habían visto a una persona que hacía cosas buenas como expulsar demonios en el nombre de Jesús; pero como no era de su grupo, se lo habían prohibido. Esto dio pie para que Jesús les dijera, a ellos y a nosotros, que cualquiera que no está en contra de Él, está a su favor. Que es como decir que debemos estimar todo lo bueno que nos encontramos en los demás, aunque sean de otro grupo.

Es algo parecido a lo que le pasó a Moisés (1ª lectura). Un día llamó a los setenta más importantes del pueblo y el Espíritu de Dios vino sobre ellos, de modo que todos se pusieron a expresar las maravillas de Dios, como solía hacer Moisés. Pero resulta que faltaban dos de ellos. Y donde estaban también se pusieron a expresar esas maravillas. Josué fue donde Moisés a contárselo y le dijo: “Prohíbeselo”. Pero Moisés tenía un corazón muy grande, a pesar de que aquellos dos no habían acudido, y le dijo: “¡Ojalá todo el pueblo proclame estas maravillas!”. Es la grandeza del corazón, imagen del gran corazón de Jesús que acoge a todo el que no esté realmente en contra.

Solemos ser muy egoístas a solas y muchas veces, de manera más viva, cuando formamos parte de un grupo. Este egoísmo nos hace parecer que todo lo del contrario es malo. Esto se ve muchas veces en los partidos políticos. Algunas veces todo lo que hace o dice el adversario nos parece mal. Pero algo tendrán de bueno. El caso es que se critica y se lleva la contraria, aunque no estemos del todo convencidos. Esto pasa en política, pero pasa también en religión. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: “Todo lo bueno y verdadero de las diversas religiones lo aprecia la Iglesia como un don de aquel que ilumina a todos los hombres, para que al fin tengan vida” (nº 843).

Muchas veces el pertenecer a un grupo nos hace ciegos para poder ver la verdad y el bien en el adversario. Sobre todo, si unos se creen que son los “buenos”, se creen también que tienen toda la verdad. Lo peor no está sólo en el mal que nos hacemos a nosotros por el pecado. Lo peor es si con nuestro pecado inducimos a otros, que quizá son más débiles en la fe, a cometer el mismo error o pecado. Esto es lo que se llama escándalo. Jesús dice palabras terribles contra los que dan escándalo a otros. Pueden ser ricos, que son al mismo tiempo personas con responsabilidad social, pero que no cumplen con la justicia y se aprovechan de los pobres en cuanto a salarios y en cuanto a trabajos excesivos. Pueden ser padres que no dan buen ejemplo a sus hijos. El Catecismo de la Iglesia Católica se fija en la maldad de los que deben hacer leyes y las hacen induciendo al mal. Eso es escándalo.

Hay muchas veces que cuesta ser cristiano auténtico. Aunque te cueste tanto como te costaría perder un ojo, vale la pena el hacerlo y ser consecuente en nuestra vida con las enseñanzas de Jesucristo. Con esas frases radicales, con las que termina el evangelio de hoy, Jesús nos quiere decir que para ser sus discípulos no debemos conformarnos con la mediocridad, sino que debemos ser auténticos o radicales, que quiere decir que el pensamiento de Jesús no influya sólo en algo exterior, sino que nos llegue hasta lo más hondo de nuestro ser. Y el pensamiento de Jesús es sobre todo el amor. No quedaremos sin recompensa. Hoy nos dice que nos recompensará hasta un vaso de agua que se dé a quien lo necesita. ¡Cuánto más la entrega de nuestro ser!

Recordemos que no debemos “apagar al Espíritu”, como nos dice san Pablo, pues sopla donde y como quiere. Y por todo ello bendigamos siempre al Señor.

P. Silverio Velasco (España)


Nuevo video y artículo

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Pensamientos sanadores


Confía en el poder de Dios que combate junto a ti

¡Dios más uno siempre es una mayoría!
Por lo tanto recuerda que si tu vida le pertenece al Señor, cuando vigilas tu corazón para que ande en rectitud, cuando confías tu vida entre las manos de la Santísima Virgen María, entonces, no tienes nada que temer.
Los temores vendrán a llamar a tu corazón una y otra vez; más tú diles: “no hay lugar para ti”.
El depositar los miedos y aquello que los origina entre las manos del Señor acrecentará tu confianza y te capacitará para superar los obstáculos cada vez con mayor facilidad.
Si en ciertos momentos, Dios parece que se retrasa en responder, no abandones la oración e intimidad con él, más bien acreciéntala.
También la espera de Dios tiene su propósito, así como la espera de los frutos, ya que los más dulces son los que fructifican al final de la estación.

Si Dios está con nosotros ¿quién estará contra nosotros? Romanos 8, 31.


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

La hermana de María Delia E., de Concordia, Argentina, nos agradece las oraciones que en su momento hicimos por ella, y nos hace saber que el día 16 de setiembre fue llamada a la presencia del Señor. Recemos una oración para que su alma entre al Paraíso que Dios nos tiene reservado.

Recibimos también un agradecimiento a Dios y a las personas que rezaron por Sergio David B., que luego de dos años de estar desempleado, ahora ya está trabajando nuevamente.

Desde Santa Clara, Santa Fe, Argentina, nos agradecen las oraciones hechas por la salud de Alejandra C. que fuera trasplantada de médula en la ciudad de Córdoba y ahora está en su casa en franca recuperación. Damos gracias a Dios.

Desde México piden agradecer al Señor por Brianda, de 4 años de edad, que ha salido ya del hospital, y rogar que Jesús y María la sigan protegiendo. Y del mismo país nos piden agradecer a Dios por la salud de Francisco P. M. y José Antonio P.V., lo mismo que por Estela, que salió bien de su operación. Damos gracias al Señor por tantas gracias concedidas. 


"Intimidad Divina"

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

La primera lectura de hoy (Nm 11, 25-29) reproduce un texto que revela la intención de Dios de derramar su Espíritu no sólo sobre algunos grupos escogidos, sino sobre todos los hombres. Cuando Dios, a instancias de Moisés que no se sentía con fuerzas para llevar solo la carga de todo el pueblo, “apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos” (ib 25) congregados en torno a la Tienda de Reunión, acaeció que otros dos extraños se pusieron a profetizar al igual que ellos.  El joven Josué, indignado por esta irregularidad, protestó diciendo a Moisés que no se lo permitiese, pero esto, más iluminado y prudente respondió: “¿Estás celoso por mí? Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor“ (ib 29). Quien tiene experiencia de la grave responsabilidad que implica hablar y obrar en nombre del Espíritu, lejos de encelarse por ella, se alegra en compartirla con otros y está pronto a admitir el don de profecía donde quiera que se encuentre.

El Evangelio del día (Mc 9, 38-48) presenta un hecho semejante. Los discípulos, más celosos que Josué, viendo a uno que echaba demonios en el nombre de Jesús, se lo prohíben, por el simple hecho de que no es de ellos. Pero Jesús, como Moisés,  lo desaprueba, porque todo el que obra el bien en nombre suyo, aunque no pertenezca a la Iglesia, demuestra que está espiritualmente cerca de ella y que tiene al menos un germen de fe; por eso se le ha de respetar y tratar con benevolencia esperando confiadamente que ese germen madurará. “El que no está contra nosotros está a favor nuestro” (ib 40), dice el Señor. La menor obra buena hecha por respeto a Cristo no se perderá, aunque la haga quien no pertenece aún a la comunidad de los creyentes.

Después de haber hablado de los deberes de los discípulos para con los extraños, habla Jesús de los que tienen para con los creyentes y para consigo mismos. Dentro de la comunidad los discípulos son especialmente responsables de la fe de los “pequeños”, o sea de la gente sencilla. “El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le echasen al mar” (Mc 9, 42). La última reflexión se refiere a la guarda de sí mismo de los escándalos procedentes tanto del exterior como de las propias pasiones. También aquí habla Jesús con energía: “Si tu mano te escandaliza, córtatela; más te vale entrar manco en la vida ir con las dos manos al abismo” (ib 43). La misma paradoja se repite para el pie y para el ojo, con el intento de dar a entender que el discípulo de Cristo debe estar pronto a toda renuncia con tal de evitar el pecado que lo separa del Maestro y puede causarle la separación eterna.

Escúchame, escúchame, Señor Dios mío, para que tus ojos estén atentos sobre tus hijos día y noche. Extiende piadoso tus alas y protégelos; infunde en sus corazones tu Espíritu Santo, que les conserve en la unidad del espíritu y en el vínculo de la paz, en la castidad de la carne y en la humildad del alma. Que este mismo Espíritu asista a los que oran, que la abundancia de tu amor los colme en su interior y la suavidad de la compunción recree sus mentes, que la luz de tu gracia ilumine sus corazones; la esperanza los levante, el temor los humille y la caridad los inflame. Que él mismo les sugiera las plegarias que tú propicio quieres oír… Permanece entre ellos según tu fiel promesa y pues sabes lo que necesitan, te suplico robustezcas lo que de débil hay en ellos y no rechaces lo que en ellos hay de flaco; sana lo que está enfermo, alegra sus tristezas, reanima sus tibiezas, confirma lo que es inestable; de modo que todos se sientan ayudados por tu gracia en sus necesidades y tentaciones. (Elredo de Rievaulx, Oratio pastoralis, 8)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1827


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1827 ~ Sábado 29 de Setiembre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mes de la Biblia
   

Alabado sea Jesucristo…
Conversar con Dios es escuchar los grillos cuando cantan las auroras, es saber que el otro es tan tú como tú mismo, es abrir las puertas dejando entrar las brisas, es soñar despierto con el edén perdido y reencontrarlo luego en el corazón vencido.
Conversar con Dios es servicio fiel,  darle de comer a la viuda y al mendigo y poner la frente ante el odio altivo, es ser feliz con todos y también contigo.
Es amar al prójimo; ya no porque te lo hayan pedido, sino porque sabes bien que amar es recibir abrigo. Es amar aún a tu peor enemigo porque sabes bien que es tu espejo vivo.
Conversar con Dios es sentir la brisa suave mientas vamos al arrullo de la luna abrazando los luceros y estrellas.
Conversar con Dios es un sonreír continuo al hermano ajado, al hermano herido, al hermano triste y aun al desabrido porque sabes bien que andará contigo incluso ante la ausencia de su amor de amigo.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
(Jn 1,47-51)

Comentario
Hoy, en la fiesta de los Santos Arcángeles, Jesús manifiesta a sus Apóstoles y a todos la presencia de sus ángeles y la relación que con Él tienen. Los ángeles están en la gloria celestial, donde alaban perennemente al Hijo del hombre, que es el Hijo de Dios. Lo rodean y están a su servicio.
«Subir y bajar» nos recuerda el episodio del sueño del Patriarca Jacob, quien dormido sobre una piedra durante su viaje a la tierra de origen de su familia (Mesopotamia), ve a los ángeles que “bajan y suben” por una misteriosa escalera que une el cielo y la tierra, mientras Dios mismo está de pié junto a él y le comunica su mensaje. Notemos la relación entre la comunicación divina y la presencia activa de los ángeles.
Así, Gabriel, Miguel y Rafael aparecen en la Biblia como presentes en las vicisitudes terrenas y llevando a los hombres —como nos dice san Gregorio el Grande— las comunicaciones, mediante su presencia y sus mismas acciones, que cambian decisivamente nuestras vidas. Se llaman, precisamente, “arcángeles”, es decir, príncipes de los ángeles, porque son enviados para las más grandes misiones.
Gabriel fue enviado para anunciar a María Santísima la concepción virginal del Hijo de Dios, que es el principio de nuestra redención (cf. Lc 1). Miguel lucha contra los ángeles rebeldes y los expulsa del cielo (cf. Ap 12). Nos anuncia, así, el misterio de la justicia divina, que también se ejerció en sus ángeles cuando se rebelaron, y nos da la seguridad de su victoria y la nuestra sobre el mal. Rafael acompaña a Tobías “junior”, lo defiende y lo aconseja y cura finalmente al padre Tobit (cf. Tob). Por esta vía, nos anuncia la presencia de los ángeles junto a cada uno de nosotros: el ángel que llamamos de la Guarda.
Aprendamos de esta celebración de los arcángeles que “suben y bajan” sobre el Hijo del hombre, que sirven a Dios, pero le sirven en beneficio nuestro. Dan gloria a la Trinidad Santísima, y lo hacen también sirviéndonos a nosotros. Y, en consecuencia, veamos qué devoción les debemos y cuánta gratitud al Padre que los envía para nuestro bien.
Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I. (Città del Vaticano, Vaticano)


Santoral Católico:
Santos Arcángeles 
Miguel, Gabriel y Rafael


Fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. En el día de la dedicación de la basílica bajo el título de San Miguel, en la vía Salaria, a seis miliarios de Roma, se celebran juntamente los tres arcángeles, de quienes la Sagrada Escritura revela misiones singulares y que, sirviendo a Dios día y noche, y contemplando su rostro, a él glorifican sin cesar. Son los nombres con que se presentan en la Sagrada Escritura estos tres príncipes de la corte celestial.

Información ampliada haciendo clic acá.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“La soberbia es una discapacidad
que suele afectar a los pobres infelices,
que se encuentran de golpe
con una miserable cuota de poder”

 
Gral. San Martín


Cuentos de Mamerto Menapace:
El terito


Venía no sólo de una geografía diferente. Venía también de un ritmo diferente. Tal vez por eso nosotros notábamos en ella ese hambre de entrar en contacto con todo lo cercano. Le encantaba andar a caballo, subirse a los árboles, cortar flores, traer agua con un balde desde el molino, prender el fogón con astillas de algarrobo, juntar capullos de algodón de la misma planta y con la mano.

Diría que parecía querer liberarse de su obligación pueblera de comunicarse sólo a través de las palabras o de las ideas. Tenía como hambre de un diálogo más total y realizado con todo su ser. Diría que se asombraba de poder escuchar con los ojos y de conversar con las manos, viviendo de cerquita lo que había imaginado de lejos.

Pero tenía un caudal de palabras. Sobre todo cuando entrábamos en la noche. Parecía como que le molestara el silencio. Me parecía como que se protegía de la noche hablando. No sentía el sueño como amigo. Necesitaba acostarse tarde y se levantaba tarde.

Por la mañana cumplía con todo un ritual que nosotros no acostumbrábamos. Parecía como que necesitara hacer la mañana a través de sus dientes, su cara, su cabello. Ocupada de sí misma en su equiparse para el día, no tenía tiempo ni oportunidad de contemplar y oír toda la liturgia que los animales, la madrugada y los pájaros oficiaban al inicio del día. Ocupada en el construir y organizar, parecía incapacitada para percibir, recibir y admirar. Ocupada en organizarse, se perdía los gallos, los benteveos, la despedida de las estrellas que se iban del cielo y la de las ovejas que se iban del corral.

Con todo, reconozco que tenía un alma muy sensible. Se encariñó con el terito de nuestro jardín. Tal vez lo que le gustaba era un jardín con un terito adentro. Un jardín con vida. Un jardincito con capacidad de alerta; que fuera capaz de anunciar con su grito alegre la presencia del que llega.

Por eso empezó a soñar con tener también ella, allá en la ciudad, un jardincito suyo, con un terito dentro.

Y como era imaginativa y emprendedora, comenzó desde entonces a reunir todo lo necesario para equipar su jardincito, copiándose del nuestro.

Del monte se trajo unas pencas y algunos cardos de hojas coloradas. Mamá le dio algunos gajos de malvón y un par de estacas de rosa. Llevó semillas de enredadera. Hasta recuerdo que se llevó una pequeña lata para hundirla en el suelo y llenarla de agua para que bebiera el terito de su jardín.

Y se volvió a la ciudad bien equipada y llena de proyectos. Como era emprendedora y decidida, gastó allí horas y horas organizando su pequeño jardín, soñando con el terito. Distribuyó sus rosas, las pencas y malvones; y hasta hizo almácigos. Recordaba que al terito le gustaba picotear los almácigos en busca de bichitos. Y pronto tuvo todo listo y preparado.

Pero fue entonces cuando se dio cuenta de que a su jardincito le faltaba algo. Le faltaba el terito. .y que todo su esfuerzo por organizarlo no había logrado generar el terito.

Y entonces empezó a desanimarse. Y con ello a descuidar su jardín. No lograba comprender cómo, a pesar de tanto esfuerzo y dedicación, el resultado era prácticamente nulo. Diría que estaba cansada por el esfuerzo y desilusionada por el resultado.

Y en ese estado regresó al año siguiente. Y me pareció descubrir que hasta miraba con algo de bronca al terito de nuestro jardín paseándose entre pencas, rosas y malvones mucho menos cuidados que los suyos.

Fue la tarde la despedida. Cuando ya todo estaba listo y el sulki por salir. Digo que fue justo en ese momento, el menos oportuno para un recibimiento, cuando a mi amiguita le trajeron un terito. Chiquito y tibio; puro gritito y pulmón. Cogote largo y patitas que parecían no querer sostenerlo, porque se apoyaba con todo su cuerpo en el hueco de la mano como si fuera un terrón del potrero.

Mi amiguita se encontró de repente con el terito entre las manos y sin saber qué hacer. No tenía nada preparado para acogerlo, ni dónde colocarlos. ¡Si le hubieran avisado antes!

Pero nadie iba a suponer que justo el terito aparecería en esas precisas circunstancias. Porque para los niños, encontrar un tero es siempre un acontecimiento sorpresivo. Aunque todos sepan que el campo está poblado de teros.

La cuestión fue que mi sorprendida amiga se encontró de repente al comienzo de un largo viaje, y con un terito tibio en el hueco de la mano. Y entonces fue lógica: obró por intuición. Una pequeña intuición para el momento. Tomó una caja de zapatos, lo puso al terito dentro, y con el dedo le hizo a la tapa cinco o seis agujeritos para que el terito no se ahogara.

Estructura provisoria, pero absolutamente indispensable para llevarse vivo al terito. Pequeña exigencia del terito, pequeño y tibio: puro pulmón y gritito.

Allá en su casa ya no tenía nada preparado para recibirlo. Ponerlo en el jardín y exponerlo a los gatos de la ciudad no era posible con un tero tan chiquito e indefenso. Por eso tuvo que vaciar un cajón de manzanas y armarle un refugio en su misma pieza. Sobre todo cuando caía la noche. Porque cuando entraban en la noche, ella tenía que traer su terito a la intimidad para protegerlo.

Y así el terito fue creciendo, y generando en su crecer sucesivas exigencias correspondidas por sucesivas intuiciones que iban pidiendo soluciones provisorias para "el mientras tanto".

Pero lo que entusiasmaba a mi amiguita, lo que hacía que los esfuerzos valieran la pena, era que ahora tenía un terito vivo que iba creciendo. Y en su crecer le iba sugiriendo la manera de organizar el jardincito para compartirlo juntos.

Resultó un jardín muy distinto al nuestro. Vivían en otro clima y estaban obligados a otro ritmo.

De un monasterio no te lleves la forma de rezar. Lleváte las ganas de rezar. Y pedíle profundamente a Dios que te de su Espíritu de oración.

Descubriendo el mensaje:

Reflexiona un momento la frase del final: " De un monasterio no te lleves la forma de rezar. Llévate las ganas de rezar. "¿Qué nos quiere decir Mamerto Menapace con esta frase? ¿Te cuesta orar… hablar con Dios? ¿Qué sucedió cuando a la protagonista le regalaron el pequeño tero? ¿Qué debió cambiar de lo que tenía pesnado, preparado, armado…? ¿Qué pasa con nuestro estilo, formas, maneras de rezar cuando irrumpe en nuestro caminar el Dios del Vida? ¿Por qué es más importante imitar y aprender de los otros "las ganas de rezar" que la forma de rezar? ¿Qué aprendes del cuento para tu vida? ¿Cómo puedes aplicar el mensaje del cuento?

Vivimos una época en la cual es difícil encontrar tiempos para uno mismo… para pensar… para hacer silencio… ¿de qué manera podemos ir creando y renovando estilos de oración que sigan los pasos de Jesús? ¿Como laicos… en la vida de todos los días…cómo encontrar formas de orar que nos lleven al encuentro con Dios? Anímate a compartir tus búsquedas con tus compañeros de caminada.


Pensamientos sanadores


Aprendiendo de los errores ajenos

El equivocarse es propio de la naturaleza humana, en cambio, el no aprender de las equivocaciones no es de naturaleza humana, y ni siquiera animal, pues aun los animales aprenden ciertas cosas.
Sin embargo, mientras sea posible, más vale aprender de los errores de otros que cometerlos uno mismo.
Esta perspectiva nos brinda más paciencia y una mayor comprensión con los traspiés de los demás, ya que, si ellos cometieron tal o cual error, quién es uno para no cometerlo.
Como lo recuerda san Pablo: “Por eso, el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer!” (1 Cor 10, 12).
Y si no caemos en esa falta en las que otros han caído, ¿no será que es más mérito de Dios, que nos da su gracia, que fruto del propio esfuerzo?

Al necio le parece que su camino es recto, pero el sabio escucha un consejo. Proverbio 12, 15


Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Sofía, niña de 4 años de edad, originaria de Villa Ocampo, Santa Fe, Argentina, internada en Buenos Aires por leucemia. La vamos a poner en las manos amorosas de Jesús y por la intercesión del Santo Padre Pío rogamos por su curación.

Pedimos oración por Emilio, que vive en Villa Ballester, Buenos Aires, Argentina, hombre mayor, profundamente bueno, tío en el cariño del autor de esta página, que se encuentra cursando una maculopatía progresiva que lo está dejando casi sin visión, situación que lo tiene muy mal tanto a él como a María Rosa, su esposa (mi tía del corazón). Hagamos una oración llena de fe por ambos, con la certeza que en el cielo seremos escuchados.

Pedimos oración por Héctor Osvaldo M., de Buenos Aires, Argentina, que en una resonancia magnética le ha salido una formación quística en la base del cerebelo, sin que todavía esté totalmente aclarado el diagnóstico. Invocamos a la Santísima Virgen para que lo proteja y pida por su salud a Jesús Misericordioso.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.


"Pequeñas Semillitas" por e-mail


Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratuitas y se realizan únicamente por invitación. Hay que solicitarlas a Melissa, la moderadora del Grupo a: picaflor05@gmail.com  o a: picaflor.cl@gmail.com  
Las inscripciones son moderadas y pueden demorar un par de días, siendo importante que no te suscribas desde una computadora de tu oficina o lugar laboral, y que sólo te inscribas si de verdad estás dispuesto/a a leer todos los días nuestros mensajes e incluso compartirlos con tus amigos y conocidos reenviándoselos por correo electrónico.
Felipe de Urca


"Intimidad Divina"

Espíritu de amor y sabiduría

El don primero y más excelente que el Espíritu Santo hace al hombre es la caridad. El cristiano, dice San Pablo, no debe abatirse en las tribulaciones de la vida ni perder la esperanza, porque puede contar sin falta con el amor de Dios: “el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rm 5, 5). Este amor es la fuente de todos los bienes: de la justificación a la santidad, de la caridad fraterna a la comunión íntima con Dios, de la vida terrena transcurrida en gracia y amistad divina a la vida eterna establecida en un amor indefectible y en una contemplación beatificante. Nadie más que el Espíritu Santo, que es Amor sustancial, puede dar al hombre la convicción profunda de que es amado por Dios y al mismo tiempo moverlo a corresponder a ese amor. El amor es la esencia del ser y de la santidad de Dios, y es la esencia de la vida y de la santidad del cristiano.

El Espíritu Santo, Espíritu de amor, ilumina e inflama a un tiempo la mente y el corazón, el entendimiento y la voluntad. Así infunde en el cristiano un conocimiento más íntimo y gustoso de Dios y de sus misterios. Es lo que hace el don de la sabiduría, que no se basa en estudio, sino que se funda en el amor y mediante la riqueza del amor hace conocer y experimentar a Dios. Como una madre no conoce a su hijo por razonamiento sino por intuición derivada de su amor materno, así el cristiano mediante la caridad llega a un conocimiento intuitivo de Dios que saca del amor su luz y fuerza de penetración.

El misterio del amor infinito de Cristo, como todos los demás misterios, no puede ser profundizado sin un influjo especial del Espíritu Santo, sin ser “fortalecidos” por él y “arraigados y cimentados en el amor”. De este modo el don de sabiduría enriquece inmensamente la vida de oración: el orante se sumerge en Dios y en sus misterios, los experimenta y los gusta no sólo mediante la luz de la fe, sino mediante el amor. El influjo de la sabiduría no se detiene, con todo, aquí, sino ciñe la vida entera del cristiano enseñándole a ver todas las cosas en Dios. Es un saberlo y juzgarlo todo según Dios: no según criterios humanos, sino según criterios divinos.

Paréceme a mí que el Espíritu Santo debe ser medianero entre el alma y Dios y el que la mueve con tan ardientes deseos que la hace encender en fuego soberano, que tan cerca está. ¡Oh, Señor, qué son aquí las misericordias que usáis con el alma! Seáis bendito y alabado por siempre, que ten buen amador sois. ¡Oh Dios mío y criador mío! ¿Es posible que haya nadie que no os ame? ¡Oh, triste d mi, y cómo soy yo la que mucho tiempo no os amé! Cosa maravillosa y de mirar mucho de que el Señor entiende que un alma es toda suya, sin otro interés ni otras cosas que la muevan por sola ella, sino por quien es su Dios y por el amor que tiene, cómo nunca cesa de comunicarse con ella, de tantas maneras y modos como alguien es la misma Sabiduría… ¿Pues qué podremos ya desear más de eso?... ¡Oh, válgame Dios, y qué nonada son nuestros deseos para llegar a vuestras grandezas, Señor! ¡Qué bajos quedaríamos, si conforme a nuestro pedir fuese vuestro dar! (Santa Teresa de Jesús, Conceptos de amor de Dios)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Pequeñas Semillitas 1826


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1826 ~ Viernes 28 de Setiembre de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Mes de la Biblia
   

Alabado sea Jesucristo…
Estamos transitando los últimos días del mes de Setiembre, mes de la Biblia, y en tal sentido creo oportuno dedicar en este número de “Pequeñas Semillitas” la mayor atención a resaltar su significado y la necesidad de su conocimiento por parte de todos.
He visto en muchos hogares que tienen un ejemplar hermoso de la Biblia, bien cuidado, bien conservado, casi diría que está como nueva… porque tal vez muy pocas veces ha sido abierta. En cambio, me encanta ver algunos ejemplares muy gastados, con las hojas ajadas, con marcas y señales, con evidencias claras de que esa Biblia es leída y utilizada casi diariamente.
Por eso, antes que termine el mes de la Biblia, dedicaré el tema central de esta edición de “Pequeñas Semillitas” a un interesante artículo que nos pondrá al tanto para ver cuánto sabemos sobre el libro más importantes de la humanidad en todos los tiempos.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado». Les dijo: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contestó: «El Cristo de Dios». Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie. Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día».
(Lc 9,18-22)

Comentario
Hoy, en el Evangelio, hay dos interrogantes que el mismo Maestro formula a todos. El primer interrogante pide una respuesta estadística, aproximada: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Hace que nos giremos alrededor y contemplemos cómo resuelven la cuestión los otros: los vecinos, los compañeros de trabajo, los amigos, los familiares más cercanos... Miramos al entorno y nos sentimos más o menos responsables o cercanos —depende de los casos— de algunas de estas respuestas que formulan quienes tienen que ver con nosotros y con nuestro ámbito, “la gente”... Y la respuesta nos dice mucho, nos informa, nos sitúa y hace que nos percatemos de aquello que desean, necesitan, buscan los que viven a nuestro lado. Nos ayuda a sintonizar, a descubrir un punto de encuentro con el otro para ir más allá...
Hay una segunda interrogación que pide por nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9,20). Es una cuestión fundamental que llama a la puerta, que mendiga a cada uno de nosotros: una adhesión o un rechazo; una veneración o una indiferencia; caminar con Él y en Él o finalizar en un acercamiento de simple simpatía... Esta cuestión es delicada, es determinante porque nos afecta. ¿Qué dicen nuestros labios y nuestras actitudes? ¿Queremos ser fieles a Aquel que es y da sentido a nuestro ser? ¿Hay en nosotros una sincera disposición a seguirlo en los caminos de la vida? ¿Estamos dispuestos a acompañarlo a la Jerusalén de la cruz y de la gloria?
«Es un camino de cruz y resurrección (...). La cruz es exaltación de Cristo. Lo dijo Él mismo: ‘Cuando sea levantado, atraeré a todos hacia mí’. (...) La cruz, pues, es gloria y exaltación de Cristo» (San Andrés de Creta). ¿Dispuestos para avanzar hacia Jerusalén? Solamente con Él y en Él, ¿verdad?
Rev. D. Pere OLIVA i March (Sant Feliu de Torelló, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Wenceslao de Bohemia
Patrono de la República Checa


Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludmila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.

Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia.

Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de la República Checa.

Con relación a la fecha de canonización, esa información no está disponible, por la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, que han impedido que tengamos esta concreta información. Sí sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Fuente: Catholic.net


Las frases de hoy

“La existencia de la Biblia como un libro para el pueblo,
es el mayor beneficio que ha experimentado la raza humana”

Emanuel Kant
Filósofo alemán

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“Siempre he dicho y diré que el estudio de la Biblia
hará mejores ciudadanos, mejores padres y mejores esposos”

Tomás Jefferson
Estadista norteamericano

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“Es el Evangelio el más precioso regalo
que Dios ha podido enviar al mundo”

Montesquieu
Escritor francés

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“No hay filosofía más sublime
que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura”

Isaac Newton
Científico inglés

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“La Biblia es siempre para mí el enorme poema histórico y divino,
en el que todas las noches necesito leer un rato antes de dormirme
para que se me enriquezca de belleza y poesía mi mundo de fantasmas”

Juana de Ibarbourou
Poetisa uruguaya

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“Estoy leyendo el libro de Job
y me ha producido un éxtasis extraño.
Dejé el libro a un lado y estuve paseando
como un león enjaulado durante horas y horas
casi sin poder contener las lágrimas.
Este libro fue uno de los primeros que se apoderaron de mí
y cuyo recuerdo no me ha abandonado durante el resto de mi vida”

Fedor Dostoievskí
Escritor ruso

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“La majestad de las Escrituras me asombra;
la santidad del evangelio habla a mi corazón.
Ved los libros de los filósofos con toda su pompa;
¡qué pequeños son en comparación a la Biblia!
¿Podrá creerse que este libro,
a un tiempo tan sublime y tan sabio,
sea obra de los hombres?"

Juan-Jacobo Rousseau

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“Tu Palabra no muere, nunca muere, porque vive.
No muere tu Palabra Omnipotente,
porque es la vida misma,
y la vida no vive, vivifica"

Miguel de Unamuno
Filósofo español


Tema del día:
Para conocer la Biblia


Existen miles de libros que los hombres han escrito acerca de Dios a lo largo de la historia. De éstos, algunos son famosos como el Popol-Vuh de los mayas o el Ramayana y el Mahabaratha de los brahamanes. Cuando murió Jesucristo, sus seguidores escribieron cientos de libros acerca de su vida. Algunos eran fidedignos y otros inventaban cosas sólo para ganar adeptos. Estos últimos le atribuían a Jesús niño actos extraordinarios como dar vida a sus juguetes de madera, hablar con los animales y otro hechos similares. Estos libros los conocemos como los evangelios apócrifos.

La Iglesia, con el poder que ha recibido por la Tradición apostólica, recopiló todos estos libros, los analizó y, con la luz del Espíritu Santo, seleccionó y aprobó solamente 73 de ellos como la misma Palabra de Dios. Estos 73 libros se reunieron posteriormente en uno solo, llamado Biblia o Canon de las Escrituras.

La Biblia es la Palabra de Dios, escrita por el mismo Dios a través de la pluma de los hagiógrafos. Por ser el Espíritu Santo el que iluminó a la Iglesia al hacer la selección, podemos estar seguros de que en este conjunto de libros está escrita la Verdad de manera fiel y sin error.

1. Hay muchas Biblias distintas. ¿Cuál es la buena?

Encontramos en las librerías decenas de títulos distintos: La Biblia de los mormones, La Biblia del pueblo, La Biblia de los gedeones, La Biblia latinoamericana, La Biblia de los Testigos de Jehová, La Biblia de Jerusalén y muchas más.

Esto se debe a dos motivos:

• Personas de buena voluntad, que acordes con lo dictado por la Iglesia, han hecho traducciones y adaptaciones a los diferentes lenguajes, para hacer más accesible la Palabra de Dios a todos los hombres.

• Sectas y religiones que han suprimido o retocado lo que no les gustaba, o que han adulterado el mensaje de Dios, al modificar las palabras originalmente escritas por los hagiógrafos.

Para sabe si una Biblia es la original

Por todo lo anterior, al comprar una Biblia, es importante revisar que sea la original. ¿Cómo?

1. Verificando que incluya los 73 libros que aparecen en la siguiente tabla: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.

2. Verificando en la contraportada que la Biblia esté aprobada por alguna autoridad de la Iglesia Católica. Esta aprobación aparece con las palabras en latín ´imprimatur” y “nihil obstat”, que significan: “se puede imprimir” y “nada obstaculiza su impresión”.

3. Asesorándote con algún sacerdote de confianza.

2. División general

La Biblia se divide, ante todo, en dos grandes partes:

• Antiguo Testamento

• Nuevo Testamento, ambos relacionados entre sí.

La palabra latina testamentum -de donde viene la palabra española testamento- fue empleada al principio de la era cristiana, para traducir la voz griega: diatheké, que literalmente significaba disposición, contrato.

A su vez, los traductores griegos, llamados los Setenta, la usaron para traducir la expresión hebrea berit = pacto de soberanía, por medio de la cual designaban los hebreos la Alianza del Sinaí. Lo importante es que el término Testamento ha quedado para designar, hasta nuestros días, la división de las Escrituras.

3. División numérica de la Biblia

Dos grandes religiones se rigen por las enseñanzas de la Biblia: la judía y la cristiana, la cual está integrada por católicos, ortodoxos y diferentes denominaciones.

Los judíos sólo aceptan, como es claro, lo que nosotros llamamos Antiguo Testamento y lo dividen en tres grandes partes: "La Ley, los Profetas y otros escritos sagrados". Está compuesta por 39 libros.

Para los católicos, la Biblia -Antiguo y Nuevo Testamento- está formada por 73 libros: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.

Los protestantes de las principales denominaciones, sólo aceptan una lista bíblica de 66 libros: 39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo.

Como se ve, la diferencia entre católicos y protestantes se encuentra, no en el canon o lista de los libros del Nuevo Testamento, sino del Antiguo.

Antes se manejaba la hipótesis de que en el judaísmo había dos cánones, el largo (o alejandrino) y el corto (o palestinense). De acuerdo a esto, la Iglesia había seguido el canon largo o alejandrino, mientras que los judíos a partir del siglo I ó II después de Cristo, se habrían quedado con el canon corto o palestinense.

Hoy en día esta hipótesis es rechazada por las siguientes razones:

a) Por un lado, la traducción de la Biblia hebrea al griego no fue una obra unitaria en su finalidad o proyecto, ni fue traducida simultáneamente.

b) Por otro lado, conocemos la mayor parte de la Biblia de los Setenta a través de códices cristianos del siglo IV y V después de Cristo. Por lo tanto, ellos reflejarían, en todo caso, el uso cristiano de este tiempo. Y aún allí mismo, podemos comprobar la variabilidad que existía en algunos puntos.

c) Además, entre los judíos de Palestina no había una uniformidad en lo que respecta al canon; por esto, tampoco podremos hablar de un canon palestinense.

Por todos estos motivos, no podemos conocer las fronteras exactas de los libros reconocidos por los judíos de Alejandría.

Seguramente, además de los libros que habían surgido en Palestina, tenían libros propios compuestos en Alejandría, en lengua griega, como por ejemplo el de la Sabiduría.

La Iglesia católica, lo mismo que la ortodoxa, a partir del Concilio de Hipona en el año 383 después de Cristo, admitió como inspirados no sólo los protocanónicos (o aceptados primero, por eso se llaman de la primera ley) sino los deuterocanónicos (o de la segunda ley), lista que fue confirmada solemnemente por el Concilio de Trento, en 1546.

Hemos de mencionar, como argumento irrefutable para afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66, lo siguiente:

• La primera comunidad cristiana (Comunidad de los Apóstoles y discípulos del Señor) usó esta traducción de la Biblia griega de los Setenta, es decir el Antiguo Testamento con 46 libros.

• Jesucristo, al señalarle a san Pedro: "Te daré las llaves del Reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 16, 19), nos obliga a hacer y a aceptar lo que los primeros cristianos creían, hacían o usaban (sea de palabra o de viva voz).

• Los argumentos que los judíos usaron para no aceptar los libros deuterocanónicos como parte del canon del Antiguo Testamento aceptado por ellos, no gozan de la autoridad divina, en virtud, de que en ese momento (año 100 después de Cristo), la Comunidad cristiana ya existía y gozaba de plena autoridad en la materia.

Como vemos, la Iglesia tiene la razón al afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66 como dicen las sectas.

No hay que olvidar que la Biblia es la Palabra de Dios puesta por escrito en un momento privilegiado de la Tradición, por lo tanto nada puede añadirse, ni nada puede quitarse "La economía cristiana, por ser la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro Señor" (La Divina Revelación, # 4).

Por otro lado, siendo sinceros y honestos descubriremos que: la única institución, la única Iglesia que transmitió por más de 1500 años la Palabra de Dios al mundo entero, es la Iglesia Católica: en sus monasterios, los monjes copiaban fielmente a mano el texto sagrado, la Iglesia en su Liturgia, en sus celebraciones la veneraba de manera especialísima, la vida de la Iglesia gira en torno a Cristo y éste contenido en la Biblia.

¿Cómo aceptar la Biblia y no aceptar a la Iglesia que ha sido fiel custodio y madre para que nada de lo que hay en ella se pierda?

¿Con qué autoridad puede alguien quitar o añadir algo a la Palabra de Dios, si la Iglesia Católica fundada por Jesucristo, haciendo uso de su autoridad divina ha declarado que nada puede añadirse ni nada puede quitarse:

"Ante todo, tened presente que ninguna predicción de la Escritura está a merced de interpretaciones personales; Porque ninguna predicción antigua aconteció por designio humano; hombres como eran, hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo" (2 P 1, 20-21).

Los libros que no aceptan las sectas y los Nuevos Movimientos pseudo-religiosos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc y 1 - 2 de Macabeos.

Usando una fórmula fácil de aprender, podemos citar estos libros de la siguiente manera: "ToJuSaEBa Mabis".

3. División temática

Hoy dividimos las Escrituras, así:

ANTIGUO TESTAMENTO

El Antiguo Testamento comienza con un conjunto de cinco libros, a los cuales los traductores griegos dieron el nombre de Pentateuco (penta = cinco; teuco = instrumentos, de donde provino luego la expresión "estuches" para los rollos de papiro y finalmente "libros"). Los judíos llaman a estos cinco libros la Torah o la Ley y los cinco libros eran cada uno un "quinto" de la Ley.

Estos cinco libros son:

Pentateuco
• Éxodo
• Génesis
• Levítico
• Números
• Deuteronomio

Libros sapienciales
• Salmos
• Job
• Proverbios
• Eclesiastés
• Cantar de los Cantares
• Sabiduría
• Sirácide (Eclesiástico)

Libros históricos
• Josué
• Rut
• I Samuel
• II Samuel
• I Reyes
• II Reyes
• I Crónicas
• II Crónicas
• Esdras
• Nehemías
• Tobías
• Judit
• Ester
• I Macabeos
• II Macabeos

Los judíos llaman "profetas anteriores" a Josué, Jueces, Samuel y Reyes ya que en ellos se encuentra la historia de los grandes profetas: Elías, Eliseo y aún Samuel. A los que nosotros llamamos profetas, los judíos los llaman profetas posteriores.
Digamos también que para la Biblia griega, los libros de Samuel y Reyes formaban una sola unidad y los llamaban libros de los Reyes. Del mismo modo, los libros I y II de Crónicas, formaban uno solo con Esdras y Nehemías, por considerarse como obra del mismo autor.
La Biblia griega y la Vulgata de san Jerónimo llaman a Crónicas con el nombre de Paralipómenos.

Libros proféticos
• Isaías
• Jeremías*
• Lamentaciones
• Baruc
• Ezequiel
• Daniel
• Oseas
• Joel
• Amós
• Abdías
• Jonás
• Miqueas
• Nahum
• Habacuc
• Sofonías
• Ageo
• Sofonías
• Zacarías
• Malaquías

En algunas ediciones de la Biblia, los libros de Jeremías y Lamentaciones vienen unidos como un solo libro.

NUEVO TESTAMENTO

Evangelios
• Mateo
• Marcos
• Lucas
• Juan

Hechos de los apóstoles
Pertenecen a este grupo 21 Epístolas o Cartas:

Cartas del Nuevo Testamento
• Romanos
• I Corintios
• II Corintios
• Gálatas
• Efesios
• Filipenses
• Colosenses
• I Tesalonicenses
• II Tesalonicenses
• I Timoteo
• II Timoteo
• Tito
• Filemón
• Hebreos

Cartas Católicas
• Santiago
• I Pedro
• II Pedro
• I Juan
• II Juan
• III Juan
• Judas
• Apocalipsis

4. Unidad de ambos Testamentos

El Antiguo y Nuevo Testamento se complementan mutuamente. Su interrelación es tan completa, que el primero explica el segundo y viceversa.
Sólo a la luz del Antiguo Testamento se alcanza a comprender el nuevo; y sólo a la luz del Nuevo Testamento, nos damos cuenta de lo que el Antiguo quiso decir.

Con razón, Cristo les decía a sus oyentes: "Investigad las Escrituras y así comprobarán que Moisés habla de mí" (Jn 5, 39-45). Y san Lucas, relatando el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, dice que Jesús "empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó todo lo que había sobre Él en las Escrituras" (Lc 24, 25-27). De igual manera, san Mateo en sus tres primeros capítulos.

5. Textos originales y copias

No existen los textos bíblicos autógrafos, escritos por la propia mano del autor del libro de los Jueces, o de la Sabiduría, o de Marcos, o de Filemón, etc. Esto no debe asustarnos, ya que tampoco se conservan los originales de las grandes obras literarias y filosóficas de la antigüedad (éstas últimas obras tienen pocos testimonios textuales, y a veces con diferencias de unos diez siglos o más entre el original y las primeras copias).

Cuando en ocasiones se habla de "originales", se refiere a las lenguas en que originalmente fueron escritos. Por ejemplo, se dice: la traducción de esta Biblia se hizo de los originales, es decir, de las lenguas originales, hebreo, arameo y griego, según el caso.

6. Copias manuscritas

- Material

En la antigüedad, para escribir algunas cosas se usaban las tablillas de arcilla, las ostraka o pedazos de cerámica rota, las piedras, los cilindros y las estelas. Para copiar un libro de la Biblia o toda ella, este material no se utilizaba, pues sólo podía aprovecharse para textos breves. El material empleado para la copia de la Biblia fue de dos tipos: el papiro y el pergamino.

El papiro (usado en Egipto desde el año 3,000 antes de Cristo). Es una planta acuática -caña o junco- que se da sobre todo en el Delta del Nilo. Se abría primero el tallo de la planta y luego se prensaba; las láminas así obtenidas se entrecruzaban, se aplastaban y se secaban. Era el material más común, pero a la vez el más frágil. Por lo regular se escribía sólo por la parte interior. Se han conservado muchos papiros de Egipto gracias a su clima seco.

El pergamino se forma con la piel de ciertos animales (ovejas, corderos), preparada con una técnica especial perfeccionada en Pérgamo, al norte de Éfeso, hacia el año 100 después de Cristo. Parece que fue muy difundido por los persas. En el Nuevo Testamento tenemos un testimonio de su uso en 2 Tim 4, 13: "Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróada, en casa de Carpo, y los libros, en especial, los pergaminos".

Del siglo IV después de Cristo en adelante fue muy común. Es un material mucho más resistente, pero, a la vez, más caro. Por eso, algunos manuscritos en pergamino fueron raspados por completo para que pudieran ser utilizados de nuevo.

- Formato

El rollo es una larga tira de papiro o piel, reforzada en las extremidades con dos varas que servían para enrollarla (Cfr. Lc 4, 16-20; Jr 36). Aún en nuestros tiempos, los judíos utilizan los rollos. El códice o libro ordinario (más común en pergaminos) fue empleado por los cristianos desde el siglo II; pero por los judíos, más tarde, parece que a partir del siglo VII. Los códices griegos se distinguen en unciales o mayúsculos y minúsculos.

Los primeros son de letras mayúsculas continuas, más difíciles de leer por no haber separación entre las palabras; estuvieron en boga hasta el siglo X u XI; hay un poco más de 250 de ellos. Los segundos son de letras minúsculas, más fáciles de leer porque se da la separación entre las palabras. Empiezan a utilizarse a partir del siglo IX después de Cristo y se multiplican desde el siglo XI; son alrededor de 2 mil 600.

7. Lenguas en que se escribió la Biblia

Para la composición de la Biblia se emplearon tres lenguas: la hebrea, la aramea y la griega.

• En hebreo se escribió casi todo el Antiguo Testamento. Era la lengua propia del Pueblo de Israel. Su origen es bastante oscuro. Parece que comenzaron a hablarla los cananeos y después la adoptaron los israelitas a partir de su estancia en Canaán.

• En Arameo, lengua más antigua que el hebreo, se escribieron pocas cosas. Se pueden citar algunos capítulos de Esdras, Jeremías, Daniel y Mateo. El arameo comenzó a introducirse en Israel hacia los siglos IV y III antes de Cristo y tomó tanta fuerza, que llegó a suplantar a la lengua hebrea. Incluso Jesús hablaba con el pueblo en uno de los dialectos arameos.

• En griego fueron escritos algunos libros del Antiguo Testamento, como el de la Sabiduría, 2 Macabeos y todos los del Nuevo Testamento menos el Evangelio de san Mateo. Este griego no era un griego clásico, como era por ejemplo el de Demóstenes, sino un griego popular, vulgar y corriente, llamado Koiné = común, que usaba el hombre de la calle. Se generalizó después de la conquista en Grecia por Alejandro Magno.

Antiguo Testamento

• Daniel: hebreo, con fragmentos arameos y griegos
• Esdras: hebreo, con inserción de algunos documentos en arameo
• Ester: hebreo, con fragmentos griegos
• 1 Macabeos: hebreo. 2 Macabeos: griego
• Tobías y Judit: hebreo o arameo
• Sabiduría: griego
• Todos los demás libros: hebreo

Nuevo Testamento

• San Mateo: arameo
• Todos los demás libros: griego

8. Versiones de la Biblia

Hay que decir que, con el correr de los tiempos, se han hecho innumerables versiones de la Biblia. Entre las más antiguas -que son las que interesan más- hay dos muy importantes: la de los "Setenta" y la Vulgata.

La versión de los Setenta. Según una tradición, fue realizada por 70 sabios de Israel. Su elaboración, entre los siglos III y I antes de nuestra era, estuvo destinada a los judíos de la Diáspora o de la dispersión, es decir, para el culto de las comunidades judías que vivían en el mundo grecorromano, especialmente de Alejandría y que ya habían olvidado la lengua hebrea, o quizá mejor, con el fin de que pudieran propagarla en la griega. En cualquier caso, esta traducción fue importante para los judíos que hablaban el griego y que más tarde se extendió por los países mediterráneos, preparando así el ambiente para el Evangelio.

La versión de la Vulgata. Esta versión fue hecha en latín por san Jerónimo en el siglo IV en Belén. Partió de una necesidad, como la de los Setenta. Durante los dos primeros siglos se utilizaba en la Iglesia el griego popular, que era el que se hablaba en el imperio romano. Pero en el siglo III, se fue imponiendo el latín en Occidente. Por esa razón la tradujo san Jerónimo al latín. De ella se han sacado muchas ediciones hasta nuestros días, desde que el Concilio de Trento la reconoció solemnemente como la versión oficial latina sin negar por eso, el valor de otras versiones.

Autor: Antonio Gracia
Fuente: Catholic.net


Pensamientos sanadores


Aprovecha los vientos contrarios

¿Te has detenido alguna vez para ver los niños que en los parques remontan sus cometas?
Quizá tú mismo, cuando eras niño/a disfrutabas de hacerlo.
Si es así, sabrás que era necesario para que se elevara bien alto, que hubiese un buen viento y que ese viento fuese en contra.
Cuanto más contrario e intenso era, más alto subía.
Del mismo modo, cuando tu corazón se forja en la fe genuina y en el valor verdadero, tu vida es como estas cometas o barriletes con los que juegan los niños: el viento contrario los lleva más y más alto.
Por lo tanto, destierra de tu corazón el miedo al mañana y a las dificultades que el futuro podría traer. Reza cada día tu oración de protección y descansa en Dios, que si te levantan vientos contrarios, el Espíritu de Dios te ayudará a elevarte más alto aún.

Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan sus alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan. Isaías 40, 31.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por José Enrique F. C., de México, pues lo van a operar el 2 de octubre de la próstata, rogando al Señor Misericordioso que lo proteja y le ayude a recuperarse pronto.

Pedimos oración por Michael B. R., que vive en Costa Rica, para que Dios le conceda prontamente un trabajo digno.

Pedimos oración por Luz Marina, de Nicaragua, diagnosticada y operada por cáncer de tiroides, para que la Santísima Virgen María interceda ante su Hijo Nuestro Señor Jesús para que su organismo quede sanado totalmente de toda célula cancerosa.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Cristian, joven de la ciudad de Escobar, Buenos Aires, Argentina, para que descanse en paz y para que su familia pueda recibir el consuelo que necesitan en estos momentos tan tristes para ellos.

Pedimos oración por el niño Franco Ch., de 5 años de edad, de Lanús Este, Buenos Aires, Argentina, que está con una infección en la orina y en fecha próxima le harán importantes estudios en los riñones, para que Nuestra Señora del Rosario lo proteja y le permita seguir teniendo en su rostro la hermosa sonrisa que nunca lo abandona.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.


"Intimidad Divina"

Espíritu de consejo

El Espíritu Santo no sólo da a los creyentes inteligencia de los misterios de Dios y ciencia verdadera acerca del valor de las criaturas, sino ayuda también a aplicar estas enseñanzas a las circunstancias concretas de la vida. No le es fácil al hombre tener siempre presentes las verdades de la fe y las palabras del Evangelio para aplicarlas con sabiduría a las diferentes cosas de la vida cotidiana. El Espíritu Santo interviene: recuerda, sugiere interiormente, e inspira cómo portarse, actuar y hablar. Por eso justamente recomendó Jesús a los discípulos no preocuparse cuando fuesen entregados a los tribunales: “lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento; porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre es el que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20). Si el cristiano puede contar con la intervención del Espíritu Santo en circunstancias de tal gravedad, no piense que le va a faltar en los casos ordinarios de la vida.

¿Qué hombre podrá conocer la voluntad de Dios? ¿Quién hacerse idea de lo que el Señor quiere? (Sb 9, 13). “Sus designios son insondables y sus caminos inescrutables” (Rm 11, 33). El hombre no puede conocerlos ni comprenderlos, pero al Espíritu Santo son manifiestos y así, aunque no los revele por completo, él puede guiar al creyente por los caminos de Dios y hacerle intuir la sabiduría divina oculta en cada acontecimiento. El dolor es siempre un misterio para el hombre; sólo el Espíritu Santo puede hacer entrever su valor, infundir la ciencia de la cruz y dar a comprender qué actitud tomar ante el sufrimiento. En no pocas circunstancias es difícil acertar cuál sea el querer divino, qué solución o elección sea mejor y más agradable a Dios, cómo se deba armonizar deberes contrastantes y a cuál se daba dar la precedencia.

Entonces hay que invocar con más insistencia al Espíritu Santo: su consejo no puede fallar porque es el mismo consejo de Dios. Ha sido dado a los creyentes justamente para iluminarlos y guiarlos por los caminos del Altísimo. El bautizado que vive en gracia, no puede dudar de la presencia en él del Espíritu Santo y de su asistencia, con todo, son pocos los que se aprovechan de ella plenamente. Acaso por falta de docilidad o también por cierto residuo de espíritu mundano que impide la actuación de los dones del Espíritu Santo. Jesús declaró que el mundo no puede recibir al Espíritu de la verdad (Jn 14, 17); alucinado por las pasiones no puede ni acoger su influjo. Sólo a medida que el cristiano se libera de todo vestigio de espíritu mundano, se hace capaz de reconocer y de seguir los impulsos del Espíritu Santo.

¿Cómo puedo acercarme a ti, oh Espíritu Santo? Tú habitas una luz inaccesible y tú mismo no eres otra cosa que luz, ciencia y resplandor; yo, en cambio, habito un lugar de tinieblas y no soy otra cosa que ignorancia y rudeza. Entretanto, oh divino Espíritu… yo te invoco con confianza para ser iluminado… Descúbreme las grandezas divinas y los misterios divinos, para que los adore y los reconozca. Descúbreme las asechanzas del demonio y del mundo, para que las evite y nunca caiga en ellas; descúbreme también mis miserias y debilidades, errores y prejuicios, obstinaciones y artificios del amor propio, para que los deteste y corrija. Pero sobre todo, oh Luz benéfica, ilumina mi alma para que conozca lo que quieres de mí; haz que comprenda a fondo el encanto de tus atractivos y de tu gracia, y todo lo que debo hacer para merecer los beneficiosos influjos de tu bondad, para que corresponda con fidelidad plena. Sosténme para que te sea fiel hasta la muerte. P. Aurillon)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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