domingo, 30 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2075

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2075 ~ Domingo 30 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Jesús emprende con decisión su marcha hacia Jerusalén. Sabe el peligro que corre en la capital, pero nada lo detiene. Su vida solo tiene un objetivo: anunciar y promover el proyecto del reino de Dios. La marcha comienza mal: los samaritanos lo rechazan. Está acostumbrado: lo mismo le ha sucedido en su pueblo de Nazaret. Jesús sabe que no es fácil acompañarlo en su vida de profeta itinerante. No puede ofrecer a sus seguidores la seguridad y el prestigio que pueden prometer los letrados de la ley a sus discípulos. Jesús no engaña a nadie. Quienes lo quieran seguir tendrán que aprender a vivir como él.
No nos engañemos. El gran obstáculo que nos impide hoy a muchos cristianos seguir de verdad a Jesús es el bienestar en el que vivimos instalados. Nos da miedo tomarle en serio porque sabemos que nos exigiría vivir de manera más generosa y solidaria. Somos esclavos de nuestro pequeño bienestar. Tal vez, la crisis económica nos puede hacer más humanos y más cristianos.
Hemos de ensanchar el horizonte en el que nos movemos. La familia no lo es todo. Hay algo más importante. Si nos decidimos a seguir a Jesús, hemos de pensar también en la familia humana: nadie debería vivir sin hogar, sin patria, sin papeles, sin derechos. Todos podemos hacer algo más por un mundo más justo y fraterno. Colaborar en el proyecto de Jesús exige dedicación total, mirar hacia adelante sin distraernos, caminar hacia el futuro sin encerrarnos en el pasado.
Recientemente, el Papa Francisco nos ha advertido de algo que está pasando hoy en la Iglesia : “Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, sacándonos de nuestros horizontes, con frecuencia limitados, cerrados y egoístas, para abrirnos a los suyos”.
José Antonio Pagola

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.
Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». A otro dijo: «Sígueme». Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre». Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios».
(Lc 9,51-62)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestro seguimiento de Cristo. Importa saber seguirlo como Él lo espera. Santiago y Juan aún no habían aprendido el mensaje de amor y de perdón: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» (Lc 9,54). Los otros convocados aún no se desprendían realmente de sus lazos familiares. Para seguir a Jesucristo y cumplir con nuestra misión, hay que hacerlo libres de toda atadura: «Nadie que (...) mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» (Lc 9,62).
Con motivo de una Jornada Misionera Mundial, Juan Pablo II hizo un llamamiento a los católicos a ser misioneros del Evangelio de Cristo a través del diálogo y el perdón. El lema había sido: «La misión es anuncio de perdón». Dijo el Papa que sólo el amor de Dios es capaz de hermanar a los hombres de toda raza y cultura, y podrá hacer desaparecer las dolorosas divisiones, los contrastes ideológicos, las desigualdades económicas y los violentos atropellos que oprimen todavía a la Humanidad. Mediante la evangelización, los creyentes ayudan a los hombres a reconocerse como hermanos.
Si nos sentimos verdaderos hermanos, podremos comenzar a comprendernos y a dialogar con respeto. El Papa ha subrayado que el empeño por un diálogo atento y respetuoso es una condición para un auténtico testimonio del amor salvífico de Dios, porque quien perdona abre el corazón a los demás y se hace capaz de amar. El Señor nos lo dejó dicho en la Última Cena: «Que os améis los unos a los otros, así como Yo os he amado (...). En esto reconocerán todos que sois discípulos míos» (Jn 13,34-35).
Evangelizar es tarea de todos, aunque de modo diferente. Para algunos será acudir a muchos países donde aún no conocen a Jesús. A otros, en cambio, les corresponde evangelizar a su alrededor. Preguntémonos, por ejemplo, si quienes nos rodean saben y viven las verdades fundamentales de nuestra fe. Todos podemos y debemos apoyar, con nuestra oración, sacrificio y acción, la labor misionera, además del testimonio de nuestro perdón y comprensión para con los demás.
Pbro. José MARTÍNEZ Colín (Culiacán, México)

Santoral Católico:
Primeros Mártires de la
Santa Iglesia Romana
Información amplia: clic acá

Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Cumpleaños

El día de tu cumpleaños es oportuno para darte un baño de optimismo, un banquete de entusiasmo y una sesión de ideas positivas. Es un pequeño alto en el camino para renovar tus energías, profundizar tus motivaciones, y dilatar tus alegrías… Y ahora una lluvia de ideas:

En este momento tan especial de tu vida… enumera tus bendiciones. Vuelve a descubrir tus capacidades. Sonríe con gratitud por los dones recibidos. Esparce alegría y buen humor. Olvida tus preocupaciones. Deja en manos de Dios el cuidado de todos tus problemas. Reserva tiempo para ti mismo. Ten disponibilidad para recibir a la gente. Goza las maravillas de cada día. Percibe la belleza por doquier. Contempla las estrellas. Observa un amanecer. Reposa entre las flores. Acepta un riesgo. Prueba algo nuevo. Alberga ideas renovadoras. Aminora la marcha. Ten paciencia. Sé prudente. Cultiva la fe. Vive los mensajes de Dios. Confía en los otros. Cree en la vida. Celebra con entusiasmo el don de la vida.

Y empieza un año más de vida con renovadas energías, nuevas ideas, nueva vida y nueva actividad. Que el Señor, fuente y principio de todo bien, te conceda su gracia, derrame sobre ti abundante bendición y te conserve sano y salvo durante todo este nuevo año de tu vida.
Padre Natalio

Palabras del Beato Juan Pablo II

“No cabe duda que el Evangelio es exigente, pero vale la pena seguirlo, porque lleva consigo el secreto de la satisfacción plena de todas las aspiraciones más nobles del corazón. ¡No temas! El Evangelio no está contra ti sino a tu favor. ¡Ten confianza! En el Evangelio, que es Jesús, encontrarás la esperanza firme y duradera a la que aspiras. ¡Ten seguridad! ¡El Evangelio de la esperanza no defrauda! Viviendo el Evangelio el cristiano se hace cada vez más capaz de amar como Cristo”

Beato Juan Pablo II

Tema del día:
Seguir a Jesús

El evangelio de este día tiene dos partes bien diferenciadas con dos temas de los que comentaremos algo, para que cada uno medite ante el Señor lo más conveniente.

En la 1ª parte se habla del camino que iba haciendo Jesús, ya el último, hacia Jerusalén. Al pasar por terreno de los samaritanos manda unos mensajeros a una aldea para pedir posada; pero es rechazado por el hecho de que iba a Jerusalén. Los samaritanos eran enemigos de los judíos y les molestaba que fueran a dar culto en Jerusalén, despreciando quizá el templo de los samaritanos. Los hermanos Santiago y Juan quieren que mande bajar fuego del cielo para que les aniquile, recordando el estilo profético de Elías; pero Jesús les reprende. No habían entendido que el espíritu de Jesús no es de venganza. La religión de Jesús es sobre todo de amor y perdón.

A través de la historia se han hecho muchos atropellos con motivo de la religión. A veces hasta guerras que llaman “de religión”. Pero eso no es religión, al menos la de Jesucristo. Jesús está en contra de todo lo que es fanatismo e intransigencia, pues más que religión es exaltación del propio egoísmo y de intereses materiales.

En la 2ª parte se habla de tres personas que quieren seguir a Jesús o Jesús se lo pide; pero en definitiva no le siguen. A veces creemos que todo aquel que oía el llamado de Jesús le seguía; pero no es así. Y de los que le siguieron alguno le traicionó, otros le dejaron y los mismos apóstoles tenían muchos defectos, que sólo los pudieron dejar con la venida del Espíritu Santo. Jesús se muestra exigente y quizá nos puede parecer hasta duro e incomprensible o poco condescendiente para aquellos tres.

El primero parece que tiene buenas intenciones; pero, al presentarle Jesús lo más duro del seguimiento, se retira. Al segundo le invita el mismo Jesús; pero quiere ir a enterrar a su padre y Jesús no se lo permite. Ya sabemos que esto es una manera de hablar oriental para decir no que hubiera muerto ya su padre, sino que le seguiría cuando su padre hubiera muerto y hubiera sido enterrado. Quizá podrían pasar muchos años. Al tercero no le deja ni despedirse de su familia. Era una manera de expresar que aquella persona estaba demasiado apegada a su familia como para seguir con plenitud al Señor. Jesús no habla de un despedirse físicamente, que es bueno, sino de una actitud interior de demasiado apego a las personas y a las comodidades materiales.

Precisamente en la 1ª lectura de hoy se habla de la llamada del profeta Elías a Eliseo para que fuese su discípulo. Éste era un labrador rico que está arando; pero quiere responder a la llamada. Primero pide despedirse de su familia, para lo cual organiza una gran fiesta de despedida. Algo así hace el apóstol san Mateo, también algo rico, que organiza una fiesta de despedida con sus amigos y con el mismo Jesús.

Cuando hablamos de llamadas de Jesucristo para ser sus discípulos, no sólo pensamos en los que materialmente dejan todo para seguirle como religiosos..., sino que es para todos los que quieran llamarse de verdad cristianos o discípulos de Cristo. Jesús es exigente, quiere generosidad en la entrega y en el amor. Para el apostolado o para la vida cristiana no valen las medias tintas, o como suele decirse: encender una vela a Dios y otra al diablo. Jesús quiere una entrega libre, consciente y sobre todo con pleno amor. Se dice también que el Evangelio es “radical”, es decir que exige de nosotros llegar hasta la raíz de los sentimientos. Hay muchas frases que indican esto: Hay que estar dispuesto a entrar por la puerta estrecha, a perder la vida por El, a caer en la tierra y morir para llevar fruto. Jesús pide una radicalidad, pero promete una recompensa eterna. Por eso, cristiano no es quien se conforma con ir a misa los domingos (muchos ni eso), sino quien vive unido íntimamente con Dios.

Jesús parece como que desilusiona a quien quiere seguirle; pero en realidad no apaga el entusiasmo verdadero, sino las falsas ilusiones y los triunfalismos mesiánicos, que eran abundantes en el tiempo de Jesús. Sigámosle y lo comprobaremos.
P. Silverio Velasco (España)

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 30: La Comunión reparadora

Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes digno? No eres perfecto. Pero la comunión no es un premio; es un medio para llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes necesidad de la comunión. No son los sanos los que tienen necesidad de curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los pecados veniales y preserva de los mortales?
Fuente: Web Católico de Javier

Nuevo video y artículo

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:


Nunca olvidemos agradecer

Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Llega un agradecimiento a Dios Misericordioso y a todas las personas que rezaron por Giuliana Antonella, ya que después de casi ocho meses de tratamiento en Buenos Aires, Argentina, ella ya está en su casa en buenas condiciones de salud y sólo debe hacer controles médicos periódicos.

Desde Buenos Aires, Argentina, agradecen a Dios y a las personas que ayudaron con oraciones por la graduación de médicos cirujanos de: Vikki, Rodolfo, Vivi, Guisela, Luis Pedro y Alfredo. Y también por los 39 años de vida matrimonial de María Victoria y Antonio.

Estadísticas de los Blogs

El siguiente es el estado demostrativo de la cantidad de visitas registradas en los dos blogs que llevamos adelante en internet: "Pequeñas Semillitas" y "Juan Pablo II inolvidable". Esta información se publica el primer día de cada mes, pero como mañana (1° de Julio) no se editará el boletín, la publico hoy.

Debe recordarse que las visitas se cuentan desde el inicio de cada uno de ellos que ha sido en fechas distintas:

   Desde el 1º de Marzo de 2007 hasta hoy ha sido visitado por 1.891.079 lectores. Durante el último mes (junio 2013) registró 11.601 nuevas visitas.

   Desde el 25 de Diciembre de 2009 hasta hoy ha sido visitado por 360.214  lectores. Durante el último mes (junio 2013) registró 2.872 nuevas visitas.

“Intimidad Divina”

Domingo 13 del Tiempo Ordinario

Las exigencias del servicio del Señor son el hilo conductor de las reflexiones que brotan de las lecturas de hoy. Durante la misteriosa teofanía en el monte Horeb, Elías recibe de Dios el mandato de consagrar profeta a Eliseo. Bajado del monte lo encontró arando; “pasó  a su lado y le echó encima su manto” (1 Re 19, 19); este gesto profético significaba la misión profética de que le investía. La respuesta fue casi inmediata: Eliseo dejó los bueyes y corrió en pos de Elías. Sólo una cosa le pide: “Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo” (ib. 20). Detalle conmovedor, por humanísimo, que muestra cómo la llamada divina no hace al hombre insensible a los afectos familiares, aunque le pide su sacrificio, cuando es necesario, para dedicarse enteramente al servicio de Dios y del prójimo. Dios tiene el derecho a pedir al hombre dejarlo todo –profesión, haberes, casa, familia– para seguir su llamamiento.

En el paso evangélico de Lucas que hay se lee (9, 51-62) hay un paralelismo muy pronunciado con este episodio. Después de la teofanía del Tabor, Jesús emprende con sus apóstoles un largo viaje hacia Jerusalén, donde será procesado y crucificado. Por el camino encuentra tres candidatos a discípulos, que representan a los innumerables que querrían seguirle a lo largo de los siglos, y a los que les precisa las condiciones de su seguimiento… Es claro que las condiciones están ligadas a una vocación particular: sacerdotal, religiosa o semejante. Pero no se piense que no interesan para nada al simple fiel. A todos –aun en la vida familiar, profesional o social– les puede sonar la hora en que se imponga tomar una actitud de entrega heroica, pagad a precio bien caro. Hay que tener entonces el valor de meditar también estas palabras fuertes del Evangelio para reaccionar contra la concepción de un cristianismo mediocre, fácil, perezoso y reducido a la medida de las comodidades e intereses propios.

En la segunda lectura (Gl 1, 13-18) recuerda San Pablo que el cristiano ha sido llamado por Cristo a la libertad; pero que ésta no ha de ser confundida con el capricho o la comodidad propia, que antes o después llevan a la esclavitud del pecado, sino que debe servir a la caridad: “sed esclavos unos de otros por amor” (ib. 13). El servicio generoso de los hermanos, aceptado por amor de Dios, libra del egoísmo como ninguna otra cosa y no es raro que exija sacrificios semejantes a los que insinuó Jesús a los tres candidatos a discípulos que se encontró en su camino a Jerusalén.

Señor Jesús, te lo ruego, ordena mis afectos; siento un gran temor de faltar a lo que te debo, a los celos de tu amor, a la intimidad de tu ternura. Tú ves a quién y cómo amo y que no me reservo; te doy plenos poderes, me pongo a tu disposición: corta, mortifica, conserva, purifica, santifica, haz brotar. Sólo te pido que nada en mí turbe tu mirada de complacencia… Oh Señor, tú ves que sólo deseo agradarte, pero ves también que soy miserable, mundano, apegado a la belleza creada, pobre de toda sólida virtud, inestable, nervioso y débil. Defiéndeme contra mi debilidad y haz que a toda costa sea tuyo, como tú quieres que lo sea. Ignoro la medida de tu gracia, ignoro los designios de tu providencia; siento que no puedo menos de desfallecer y caer, disiparme y abandonar tus caminos y buscarme a mí mismo aun en el bien que hago. ¡Ten piedad de mí, Señor! (L. de Grandmaison)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.  
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

sábado, 29 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2074

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2074 ~ Sábado 29 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Infinito Dios, puro poder y fuerza sin límites. Tú eres mi creador. Yo no soy la obra de un ser débil o cansado. Soy obra tuya, Dios todopoderoso. Por eso confío en ti, Señor, y te ruego que derrames todavía más tu poder en mi vida. Dios infinitamente potente y fuerte, que todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi ser con ese poder sin límite. Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de mi interior. Así, yo sé que nada podrá derribarme, porque ningún poder humano, ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser más fuertes que tú. Lléname de tu vida feliz, Señor amado. Amén.
V. Fernández

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?». Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles Él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
(Mt 16,13-19)

Comentario
Hoy es un día consagrado por el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo. «Pedro, primer predicador de la fe; Pablo, maestro esclarecido de la verdad» (Prefacio). Hoy es un día para agradecer la fe apostólica, que es también la nuestra, proclamada por estas dos columnas con su predicación. Es la fe que vence al mundo, porque cree y anuncia que Jesús es el Hijo de Dios: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Las otras fiestas de los apóstoles san Pedro y san Pablo miran a otros aspectos, pero hoy contemplamos aquello que permite nombrarlos como «primeros predicadores del Evangelio» (Colecta): con su martirio confirmaron su testimonio.
Su fe, y la fuerza para el martirio, no les vino de su capacidad humana. No fue ningún hombre de carne y sangre quien enseñó a Pedro quién era Jesús, sino la revelación del Padre de los cielos (cf. Mt 16,17). Igualmente, el reconocimiento “de aquel que él perseguía” como Jesús el Señor fue claramente, para Saulo, obra de la gracia de Dios. En ambos casos, la libertad humana que pide el acto de fe se apoya en la acción del Espíritu.
La fe de los apóstoles es la fe de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica. Desde la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, «cada día, en la Iglesia, Pedro continúa diciendo: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!’» (San León Magno). Desde entonces hasta nuestros días, una multitud de cristianos de todas las épocas, edades, culturas, y de cualquier otra cosa que pueda establecer diferencias entre los hombres, ha proclamado unánimemente la misma fe victoriosa.
Por el bautismo y la confirmación estamos puestos en el camino del testimonio, esto es, del martirio. Es necesario que estemos atentos al “laboratorio de la fe” que el Espíritu realiza en nosotros (Juan Pablo II), y que pidamos con humildad poder experimentar la alegría de la fe de la Iglesia.
Mons. Pere TENA i Garriga Obispo Auxiliar Emérito de Barcelona (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Pedro y San Pablo
Apóstoles y Mártires
Información amplia: clic acá 

Fuente: Catholic.net    

Tema de hoy:
Día del Papa

Como cada 29 de junio, la Iglesia Católica celebra este año en todo el mundo el Día del Papa, solemnidad conjunta de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso.

Es una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos. Esta fecha, coincide la celebración de San Pedro, el primer Papa, y San Pablo, también llamado "el Apóstol", ambos considerados grandes pilares de la Iglesia. El 29 de junio es el aniversario de sus muertes.

Pensar que siempre hay una primera piedra antes de que se construya un edificio. Del mismo modo, hubo una primera cabeza de la Iglesia Católica: un pescador humilde que se llamó Pedro. Curiosamente su nombre significaba "piedra".

Pedro era muy valiente. Recio y barbudo, juró defender y sacar la cara por Cristo en cualquier circunstancia. Al parecer, tampoco le faltaba vehemencia en sus palabras. Con los romanos cerca era probable que muy pronto demostrara esa lealtad.

Pero llegado el momento, el gallo cantó luego que él negara tres veces a su maestro ante la inminencia de un castigo mayor. Pedro no jugó el rol de traidor en la historia de los apóstoles, pero su miedo lo hace más humano, y el arrepentimiento posterior lo emparenta con nosotros mismos.

Era un hombre, después de todo, con sus fortalezas y debilidades. Pedro fue el primero de los apóstoles que reconoció en Jesús al Mesías. "Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo", le dijo sin miramientos y sin dudas. Jesús le respondió: "Bienaventurado eres, Simón porque esta verdad no te la ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra yo edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no prevalecerá contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos y todo lo que atares sobre la tierra será también atado en los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra será también desatado en los cielos".

Pedro aceptó continuar con las enseñanzas de amor de su maestro. Pero la sombra de la vergüenza por el episodio de la negación lo siguió hasta la muerte. Al momento de su condena pidió expresamente ser crucificado de cabeza porque no quería morir como lo había hecho su redentor.Era el 29 de junio del año 64.

El soldado y el poeta

El Papa es el vicario de Cristo en la Tierra y puede imponer leyes en su nombre, como mandamientos de la Santa Iglesia. Los demás obispos tienen la autoridad de los apóstoles. Según cuentan las doctrinas católicas, cuando Jesucristo eligió a San Pedro para que fuera Papa sabía que él cometería un grave pecado (el de la negación). A pesar de ello, no eligió a otro apóstol.

Tras la muerte del Mesías, el día de Pentecostés, cuando los discípulos estaban reunidos, aparecieron unas lenguas de fuego que se repartieron sobre ellos. Entonces Pedro, como jefe de la asamblea, salió al balcón y empezó a predicar. Ese día se hicieron cristianos más de tres mil personas. Tras difundir las enseñanzas de Jesús por muchos lados, San Pedro partió hacia Roma, que entonces era la capital del mundo, y fue obispo por 25 años hasta su muerte.

El caso de Pablo es un poco distinto. Nació en la ciudad de Tarso, en el Asia Menor, de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Su otro nombre era Saulo y fue educado en la rigidez de las doctrinas fariseas. Pablo nunca conoció personalmente a Jesús, pero tras el episodio de la crucifixión viajó a Jerusalén. Allí descubrió con sorpresa que los seguidores de Cristo se habían extendido, así que emprendió una feroz persecución contra ellos.

Pablo salió para Damasco con la orden de apresar y llevar a Jerusalén a los seguidores de Jesús. Pero en el camino, una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le dijo: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?" y la voz le respondió: "Yo soy Jesús, el que tú persigues". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que fuera a Damasco.

En ese momento, Saulo quedó ciego y estuvo así por tres días. En Damasco, un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó. Pablo recobró la vista, dejó de ser fariseo y empezó a ser un apóstol cristiano. Tras una serie de viajes, aventuras y desventuras, Nerón mandó matar al apóstol cortándole la cabeza.

El martirio sucedió en el lugar conocido como las Tres Fuentes. Una antigua tradición cuenta que cuando la cabeza de Pablo cayó al suelo dio tres golpes y brotaron tres fuentes de agua.

Hoy, recordando la muerte de Pedro y Pablo, celebramos el día del Pontífice, y oramos por el Papa Francisco…

¡Buenos días!

El ermitaño y el rey

Aquí te presento una extraña anécdota: un ermitaño que se considera más rico que su rey, dueño de un palacio lujosísimo, con una servidumbre innumerable, el mayor terrateniente del país, que dispone de carruajes y animales a su antojo. ¡Un sátrapa! ¿Por qué el hombre solitario y pobre insiste en que su riqueza es mayor que la de este riquísimo rey?

Un viejo ermitaño fue invitado cierta vez a visitar la corte del rey más poderoso de aquella época.
—Envidio a un hombre santo como tú, que se contenta con tan poco, comentó el soberano.
—Yo envidio a su Majestad, que se contenta con menos que yo, respondió el ermitaño
—¿Cómo puedes decirme esto, cuando todo el país me pertenece?, dijo el rey, ofendido
—Justamente por eso. Yo tengo la música de las esferas celestes, tengo los ríos y las montañas del mundo entero, tengo la luna y el sol, porque tengo a Dios en mi conciencia. Su Majestad, sin embargo, sólo posee este reino.

San Francisco de Asís, afirmaba: “Mi Dios y mi todo”. Supo hacer un camino de desapropiación que lo vació de lo caduco y pasajero. Y Dios llenó ese vacío ampliamente. Lo comprobó san Agustín: “Señor, nos hiciste para ti; y nuestro corazón andará inquieto hasta que no descanse en ti”. El ermitaño era un sabio que gozaba de la creación en Dios, sin apropiársela.
Padre Natalio

Palabras del Papa Francisco

"Dios nos acompaña, Dios nos llama por nuestro nombre,
Dios nos promete una descendencia.
Y esta es la seguridad del cristiano.
¡No es una casualidad, es una llamada!
Una llamada que nos hace seguir adelante”
Papa Francisco

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 29: El Santísimo Sacramento

Una dulce palabra sale del sagrario: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré". ¿Quién habla así? El Corazón de Dios. ¿A quien habla? A la pobre criatura débil y enferma. ¿Para qué te llama? Para ser tu fuerza, tu consuelo. Jesús se ha hecho víctima en la Misa. Desea que tú lo recibas en la comunión. Quiere también ser visitado por ti, quiere hablar sólo con tu corazón.
¿Cómo practicas este deseo del Sagrado Corazón? ¿Vas cuando puedes a la iglesia a adorarlo, a ofrecerte a Él, a tomar fuerza, a hacer la comunión espiritual? ¿Le pides perdón por tus culpas pasadas, por los pecados de tu familia, de tus parientes? ¿Lo reparas por tantas almas ingratas, por tantos pecadores moribundos?
Fuente: Web Católico de Javier

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración

Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por María Pía, de Córdoba, Argentina, para que Jesús la lleve de la mano y el Espíritu de Dios le ilumine el camino, a fin de que pueda enderezar su vida por los senderos más correctos distinguiendo las verdaderas buenas amistades y aprendiendo a no escuchar las voces engañosas que la desvían de los principios con que ha sido educada, y de esa forma pueda reencontrarse con el Señor.

Pedimos oración por estas personas de la provincia de Buenos Aires, Argentina: Graciela L., que no puede todavía superar el duelo por el fallecimiento de su mamá; Luján D., quien ha sido operada de un tumor cerebral en Bahía Blanca; y María de los Ángeles S. para que el Señor la fortalezca ahora que está por rendir su ante último examen de Contador.

Pedimos oración por Luisa S., monja consagrada, radicada en San Carlos, Uruguay, que padece insuficiencia renal. Que el Señor la conforte y le ayude a superar las instancias de esta enfermedad.

Pedimos oración por Reinaldo, que está en Austria, pero reside en Argentina, para que Jesús Misericordioso ponga sus manos sanadoras sobre él y le conceda la salud del espíritu y del cuerpo. Tiene diagnóstico de cáncer de intestinos con metástasis. Señor que se haga tu voluntad.

Pedimos oración por José Alfredo, que vive en Santiago, República Dominicana y que ha sido diagnosticado con cáncer. Que Dios tenga misericordia de él y lo fortalezca en la fe, lo mismo que a su esposa.

Pedimos oración por la recuperación de Marcelo, que ayer ha sido operado en Tenerife, España.

Pedimos oración por Yudi, de Costa Rica, que está embarazada de seis meses de Antonella, y ha sido internada. Rogamos a la Santísima Virgen que la proteja para que su embarazo progrese sin problemas y llegue a feliz término.

Pedimos oración por Concepción C.,  de San Antonio, Texas, USA, que la van  a operar de un enorme tumor abdominal. Que el Señor la acompañe y la ayude.

Pedimos oración por la salud de Walter, de México DF, que padece de mieloma múltiple, rogando a la Virgen de Guadalupe que lo ayude para que se quede estable y no tenga dolores. También pedimos al Señor que ayude a Martha, de la misma ciudad, a solucionar problemas que tiene en la compra de un departamento.

Pedimos oración por Nancy M., que vive en Lima, Perú, afectada de tumor cerebral y por a iniciar quimioterapia. Que la Santísima Virgen la proteja e interceda por ella ante Jesús para que tenga fortaleza y pueda superar estos momentos.

Pedimos oración por Marcelo V., de San Francisco, Argentina, quien fue trasplantado dos veces, y se encuentra internado ahora en estado crítico, para que Dios disponga Su voluntad y le conceda lo mejor.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

“Intimidad Divina”

Alabanza de su gloria

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales… en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santo e inmaculados en su presencia, en el amor, eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia” (Ef 1, 3-6). En breves trazos anuncia San Pablo el plan de salvación querido por Padre y ejecutado por el Hijo bajo el “sello del Espíritu Santo (ib. 13) para gloria de la Trinidad. En perfecta sintonía con este plan divino, el Vaticano II espolea a todos los fieles y particularmente a las personas consagradas, a “perseverar y aventajarse en esa vocación…, para una más abundante santidad en la Iglesia y para mayor gloria de la Trinidad, una e indivisible, que en Cristo y por Cristo es la fuente y origen de toda santidad” (LG 47).

Dios “difundió con liberalidad y no cesa de difundir la bondad divina, de suerte que el que es creador de todas las cosas ha venido a hacerse todo en todas las cosas, procurando a la vez su gloria y nuestra felicidad” (AG 2). Esta es la conducta de Dios, el cual, siendo el Bien sumo e infinito, no puede ordenar sus obras a alguien que no sea él mismo; pero al mismo tiempo su bondad es tan grande que quiere hacer coincidir su gloria con la felicidad del hombre, es decir, quiere glorificarse derramando en él su bien, su vida y su amor. Y esto sólo por amor, por pura generosidad. “Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo…, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros” (Ef 2, 4-7). Dios no se ha contentado con glorificarse en obras inanimadas, por estupendas y grandiosas que fuesen –como los cielos, los mares, los espacios–, sino que ha querido y quiere glorificarse en criaturas –como los ángeles y los hombres– capaces de gozar de sus dones y aun  predestinadas por él a participar de su misma felicidad eterna.

El cristiano más humilde y desconocido que sabe acoger con amor y reconocimiento los dones divinos sacando de ellos motivos para loar a Dios, le glorifica más que todas las bellezas esparcidas por el universo entero. El cristiano que se abre totalmente al don de la Trinidad que mora en él y que vive en comunión con las tres Personas divinas, da a la Trinidad la gloria suprema que el hombre puede tributarle. Pero hay una gloria más alta, verdadera gloria divina, que el cristiano está llamado a ofrecer a la Trinidad, y es la que Cristo mismo ofrece a su divino Padre en el Sacrificio eucarístico. La Eucaristía es la acción de gracias infinita que el Cristo total, o sea Cristo unido a su Iglesia, ofrece al Padre en nombre de toda la humanidad. “Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos” (MR). Si el hombre sufre por su insuficiencia para dar a Dios una gloria digna de él, asociándose al Sacrificio de Cristo, tiene la gozosa seguridad de ofrecer a la Trinidad una alabanza adecuada a su majestad infinita.

Es cosa digna que todas las bocas glorifiquen, todas las voces confiesen y todas las criaturas veneren y celebren tu nombre adorable y glorioso, ¡oh Trinidad Santísima! Padre, Hijo y Espíritu Santo, que has creado el mundo con tu gracia y a sus habitantes con tu clemencia, que en tu misericordia has salvado a los hombres y has concedido a los mortales un inmenso beneficio. Millares y millares de espíritus celestiales te bendicen y te adoran… Con los querubines y los serafines glorifican y adoran tu grandeza y proclaman incesantemente respondiéndose el uno al otro: Santo, santo, santo es el Señor Sebaoth; los cielos y la tierra están llenos de su magnificencia, de su presencia y del esplendor de su grandeza. (Oraciones de los primeros cristianos).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

viernes, 28 de junio de 2013

Pequeñas Semillitas 2073

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2073 ~ Viernes 28 de Junio de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)

Alabado sea Jesucristo…
Te doy gracias, Señor, porque me diste capacidades y creatividad para hacer cosas. Te doy gracias porque puedo hacer algo por este mundo. Siempre puedo aportar algo con mis pequeños esfuerzos de cada día y con mi sencilla oración. Porque me has llamado a ser un instrumento de tu luz, de tu fuerza y de tu amor. Te ofrezco todos mis trabajos y mis tareas, Señor. Quiero que sean para tu gloria. Que todo lo bueno que pueda hacer sea para adorarte a ti, mi Señor amado, ya que todo lo he recibido de tu amor inmenso. Enséñame a convertir cada tarea en un acto de amor y de adoración, para que pueda vivirla con profundidad y gozo. Amén.
Víctor Fernández

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy

En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre. En esto, un leproso se acercó y se postró ante Él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme». Él extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio». Y al instante quedó limpio de su lepra. Y Jesús le dice: «Mira, no se lo digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio».
(Mt 8,1-4)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos muestra un leproso, lleno de dolor y consciente de su enfermedad, que acude a Jesús pidiéndole: «Señor, si quieres puedes limpiarme» (Mt 8,2). También nosotros, al ver tan cerca al Señor y tan lejos nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestras manos de su proyecto de salvación, tendríamos que sentirnos ávidos y capaces de formular la misma expresión del leproso: «Señor, si quieres puedes limpiarme» (Mt 8,2).
Ahora bien, se impone una pregunta: Una sociedad que no tiene conciencia de pecado, ¿puede pedir perdón al Señor? ¿Puede pedirle purificación alguna? Todos conocemos mucha gente que sufre y cuyo corazón está herido, pero su drama es que no siempre es consciente de su situación personal. A pesar de todo, Jesús continúa pasando a nuestro lado, día tras día (cf. Mt 28,20), y espera la misma petición: «Señor, si quieres...» (cf. Mt 8,2). No obstante, también nosotros debemos colaborar. San Agustín nos lo recuerda en su clásica sentencia: «Aquél que te creó sin ti, no te salvará sin ti». Es necesario, pues, que seamos capaces de pedir al Señor que nos ayude, que queramos cambiar con su ayuda.
Alguien se preguntará: ¿por qué es tan importante darse cuenta, convertirse y desear cambiar? Sencillamente porque, de lo contrario, seguiríamos sin poder dar una respuesta afirmativa a la pregunta anterior, en la que decíamos que una sociedad sin conciencia de pecado difícilmente sentirá deseos o necesidad de buscar al Señor para formular su petición de ayuda.
Por eso, cuando llega el momento del arrepentimiento, el momento de la confesión sacramental, es preciso deshacerse del pasado, de las lacras que infectan nuestro cuerpo y nuestra alma. No lo dudemos: pedir perdón es un gran momento de iniciación cristiana, porque es el momento en que se nos cae la venda de los ojos. ¿Y si alguien se da cuenta de su situación y no quiere convertirse? Dice un refrán popular: «No hay peor ciego que el que no quiere ver».
Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano (Cervera, Lleida, España)

Santoral Católico:
San Ireneo
Obispo y Mártir

Pacificador de nombre y de hecho (el nombre “Ireneo” en griego quiere decir pacífico y pacificador), san Ireneo fue presentado al Papa por los cristianos de la Galia con palabras de grande elogio: “Guardián del testamento de Cristo”. En Roma honró su nombre sugiriendo moderación al Papa Víctor, aconsejándole respetuosamente que no excomulgara a las Iglesias de Asia que no querían celebrar la Pascua en la misma fecha de las otras comunidades cristianas.

Con los mismos fines pacificadores este hombre ponderado insistió a los obispos de las otras comunidades cristianas para que trabajaran por el triunfo de la concordia y de la unidad, sobre todo manteniéndose unidos a la tradición apostólica para combatir el racionalismo gnóstico. De sus escritos nos quedan, efectivamente, Los cinco libros del Adversus hæreses, en los que Ireneo aparece no sólo como el teólogo más equilibrado y penetrante de la Encarnación redentora, sino también como uno de los pastores más completos, más apostólicos y más católicos que hayan servido a la Iglesia. Se nota que sus argumentaciones contra Los herejes, aunque nacieron de la polémica, son fruto de la oración y de la caridad.

Ireneo era oriundo de Asia Menor. Entre sus recuerdos de juventud se encuentra el contacto con Policarpo de Esmirna, el santo obispo “que fue instruido por los testigos oculares de la vida del Verbo”, sobre todo por el apóstol Juan, que había fijado su sede en Esmirna. Ireneo, pues, por medio de Policarpo se une a los Apóstoles. Después de dejar el Asia Menor, pasa a Roma y sigue para Lyon (Francia). No perteneció a la lista de los mártires de Lyon, víctimas de la persecución del 177, porque precisamente en ese tiempo su Iglesia lo había enviado a Roma para presentar al Papa Eleuterio algunos asuntos de orden doctrinal, relacionados sobre todo con el error montanista. Este error se debía a un grupo de fanáticos que habían llegado de Oriente, predicando el disgusto por las cosas del mundo y anunciando el inminente regreso de Cristo. De regreso a Lyon, Ireneo sucedió en el 178 al obispo mártir san Fotino, y gobernó la Iglesia de Lyon hasta su muerte, hacia el año 200. Aunque no está comprobado su martirio, la Iglesia lo venera como mártir.

En todo caso, él fue un auténtico testigo de la fe en un período de dura persecución; su campo de acción fue muy vasto, si se tiene en cuenta que probablemente no había ningún otro obispo en las Galias ni en las tierras limítrofes de Alemania. Su lengua era el griego, pero aprendió las lenguas “bárbaras” para poder evangelizar a esos pueblos.
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Tu presencia me envuelve

Cuando san Pablo habló a los atenienses en el Areópago, al referirse a Dios expresó que en él “vivimos, nos movemos y existimos”. Es una verdad de nuestra fe que Dios está en todas partes  y, por lo tanto, su presencia nos envuelve y penetra enteramente. En una valiosa oración, Mons. V. Fernández te ayuda a meditar esta realidad. Saca de ella fuerza que restaure tu vida.

Señor, tú eres vida, tú eres necesario para mí como el aire que respiro. Te doy gracias por el don de la vida, porque es maravilloso existir. Te adoro, Señor, porque así como el aire me rodea y penetra en mí, así también estoy rodeado por ti, me envuelves con tu presencia, lleno de vida y de alegría, me penetras con tu gracia y me transformas con tu presencia. Y junto con el aire que sale de mis pulmones, llévate todo lo que no me hace feliz, arroja fuera de mí toda impureza espiritual, expulsa todas mis angustias y tristezas, todos mis rencores y malos recuerdos, todo egoísmo y toda mala intención. Llévate todo, Dios mío, y déjame sólo tu gracia, tu vida. Quédate tú invadiendo todo mi ser y reinando en mí con tu gozo en medio de mis tareas. Amén.

Con los ojos cerrados, respirando lentamente, repite varias veces al espirar el aire de tus pulmones: “Llévate, Señor, mis angustias y tristezas, mis rencores y egoísmos”;  y luego al inspirar el aire, añade: “Lléname, Señor, con tu gracia y fortaleza, con tu paz y alegría”. Te deseo de corazón un día de mucha paz.
Padre Natalio

La frase de hoy

“Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se harán costumbres.
Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida”
Mahatma Gandhi

Tema del día:
Ser catequistas


Los NO del catequista

El catequista no es aquel:

- Que se cree el súper cristiano “que se las sabe todas”.
- Que por sus muchos méritos ha llegado hasta donde está.
- Que no es coherente entre lo que vive y lo que enseña.
- Que se hace “compinche” de su grupo.
- Que “dicta clases” de catequesis deshumanizando al grupo.
- Que no quiere a su comunidad y se ocupa solo de la catequesis.
- Que no prepara los encuentros porque no le interesan.

Los SI del catequista

El catequista es aquel:

- Que ha recibido de Dios el llamado a comunicar a otros la misma fe que ha recibido.
- Que con generosidad y desinteresadamente se entrega al servicio de los demás.
- Que humildemente reconoce su debilidad y su ignorancia pero confía en la obra del espíritu.
- Que vive cada segundo con ansias de conocer más a Dios y así compartirlo con los hermanos.
- Que enseña lo que cree, y practica lo que enseña.
- Que se hace uno con su grupo y comparte de igual a igual.
- Que quiere al grupo que el Señor le encomendó y se gana la amistad de todos.

Cuando dijimos SI a ser catequistas, firmamos con Dios un 'contrato de vida', en el cual había muchas letras pequeñas que seguramente no leímos (este artículo es una copia del contrato que firmamos con las letras pequeñas agrandadas para que veamos bien).

Sería bueno que pensemos si después de haber leído bien el 'contrato' lo firmaríamos nuevamente asumiendo todo lo que, querramos o no, ya hemos asumido cuando dijimos si al llamado de Dios a ser catequistas.
Material de Internet

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 28: La Santa Misa

¡El Sagrado Corazón de Jesús se hace víctima por todos en la eucaristía! Es el sol de la tierra. En la Misa no eres tú el que rezas, es Jesús quien reza por ti. Es la gloria y la alabanza a la Trinidad, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, la fuerza y la gracia de los justos, el refrigerio de las almas del Purgatorio, la alegría de los ángeles, el camino del perdón de los pecadores, el beneficio de la Iglesia, la medicina contra las enfermedades espirituales. San Isidro Labrador antes de ir al campo se empapaba de este bálsamo de adoración y amor. ¿Cómo vives tú la Santa Misa?
Fuente: Web Católico de Javier

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Norma G., que vive en La Tablada, Argentina, quien está postrada, no tiene aún un diagnóstico de certeza y menos un pronóstico, pero desde algún tiempo no puede tragar y le están dando alimento por botón gástrico. Que la Virgen del Perpetuo Socorro la fortalezca y Jesús le conceda todas sus gracias de sanación.

Pedimos oración por Helia, de México, que está enferma de las vías digestivas, reflujo, adherencias y una fístula, por lo que va a necesitar una cirugía. Recemos para que acepte su problema y enfrente la cirugía, que Dios y María Santísima me la fortalezcan pues se deprimió mucho.

Pedimos oración por nuestra lectora y amiga Emirva M., que en fecha próxima será operada en Otawa, Canadá, para reemplazo de rodilla. Que la Virgen María y San José intercedan por ella para el éxito de la cirugía, y el Espíritu de Dios guíe las manos de los médicos que harán la operación.

Pedimos oración por la salud de Eduardo que vive en Uruguay. Es diabético, y ahora tiene infección urinaria severa. Tienen que operarlo de un cálculo en el riñón, pero antes debe desaparecer la infección. Rogamos a Jesús que lo toque con su mano sanadora para que pueda solucionar sus afecciones.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a feluzul@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.

 “Intimidad Divina”

En el nombre del Padre…

Toda la vida cristiana de la Trinidad procede y a la Trinidad confluye como a su último fin. “Id, pues –dijo Jesús a los discípulos–, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19). La vida cristiana se inicia así en el nombre de la Trinidad y en ella se funda. El que pide ser admitido en la Iglesia, queda consagrado por medio del bautismo como templo de la gloria de Dios y morada del Espíritu Santo, por Cristo nuestro Señor (Bautismo de los niños). Luego será absuelto de los pecados, ungido con el santo crisma, ordenado sacerdote o unido en matrimonio “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Y cuando su vida llegue al último trance, la Iglesia orará: “Parte, alma cristiana, de este mundo, en el nombre del Padre omnipotente, que te creó; en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que padeció por ti; en el nombre del Espíritu Santo, cuya gracia se derramó en ti” (RRa). Esta sugestiva fórmula sintetiza toda la acción de la Trinidad en favor del hombre; muestra cómo todo cuanto es y todo cuanto tiene como criatura y como cristiano procede de la Trinidad sacrosanta. También el Sacrificio eucarístico se comienza y se termina en el nombre de la Trinidad: la Eucaristía misma es su don: es el Padre quien da “el verdadero pan del cielo” (Jn 6, 32) y este Pan vivo y vivificante es su mismo Hijo hecho hombre, cuya “carne es verdadera comida” y cuya “sangre es verdadera bebida” (ib. 55). Por esto no se hace sin el Espíritu Santo, porque “el Espíritu es el que da vida” (ib. 63), es el Espíritu el que vivificando la Humanidad gloriosa de Cristo, la hace capaz de comunicar la vida.

Hasta la vida de la Iglesia se funda en el misterio trinitario. “Toda la iglesia –enseña el Concilio Vaticano II– aparece como “un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (LG 4). La unión de todos los creyentes en una única Iglesia fue el objeto de la oración de Jesús al Padre: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado” (Jn 17, 22-23). Jesús, el Unigénito del Padre, ha hecho partícipes a los hombres de su gloria de Hijo de Dios, para que también ellos sean introducidos en el movimiento misterioso de la vida trinitaria, movimiento de amor y de unidad. Cristo quiere que el amor y la unión de los creyentes reflejen el amor y la unidad de la Trinidad beatísima. Quieren que se amen mutuamente hasta el punto de ser “uno como nosotros”. Una unión semejante entre hombres de civilización, mentalidad, aptitudes y mentalidades diferentes, no es posible sino en Dios, esto es, no es posible si cada creyente no vive personalmente unido a Dios por la caridad. Sin este estar y vivir en Dios, es imposible una unión sincera, duradera y profunda, por encima de divergencias e intereses discordes.

Sólo el amor que procede de Dios y une a Dios, puede realizar este milagro. Y Cristo lo ha pedido implorando del Padre que todos los creyentes “sean perfectamente uno” proponiendo como modelo la indivisible unidad de la Trinidad sacrosanta. Este concepto, muy del gusto del Vaticano II, es remachado con frecuencia en sus documentos: “El supremo modelo y supremo principio de este misterio [la unión de los creyentes] es, en la Trinidad de Personas, la unidad de un solo Dios Padre e Hijo en el Espíritu Santo” (UR 2). El ideal es tan sublime que la mente se pierde; sin embargo, ésta es la meta a la que hay que tender y éste el testimonio que la Iglesia está llamada a dar a mundo, para que “el mundo conozca que tú me has enviado”. El ejemplo de la unión entre los creyentes debe inducir al mundo a reconocer la verdad del cristianismo y a reconocer en Cristo al verdadero Hijo de Dios.

Recíbeme, Padre santo, en tu clementísima paternidad, para que después de haber recorrido el estadio en el que, por tu amor, he comenzado a correr, reciba como premio de mi carrera la herencia eterna. Recíbeme, Jesús amantísimo, en tu benignísima fraternidad y lleva junto conmigo el peso de este día abrasador, para que seas tú mi alivio en toda fatiga, compañero de viaje, guía y hermano. Recíbeme, Espíritu Santo, Dios de amor, en tu piadosísima misericordia y caridad para que en todo el curso de mi vida te tenga de maestro preceptor y dulcísimo amigo de mi alma. (Santa Gertrudis, Ejercicios, 4)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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