lunes, 14 de agosto de 2017

Pequeñas Semillitas 3419

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 12 - Número 3419 ~ Lunes 14 de Agosto de 2017
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Para comprender mejor la importancia de la oración en nuestras vidas, quizás sea útil transcribir la siguiente anécdota:
Una vez le preguntaron a un hombre ‘¿Qué ganas orando regularmente a Dios?’
El hombre respondió: ‘Nada… pero déjame decirte lo que he perdido: la ira, el ego, la avaricia, la depresión, la inseguridad y el miedo a la muerte’.
Vemos entonces que muchas veces la respuesta a nuestras oraciones no está en la ganancia sino en la pérdida.

¡Buenos días!

Las dos coronas 
San Maximiliano Kolbe, desde pequeño, tuvo una gran devoción a la Virgen María. San Luis María Grignon de Monfort afirma: “Cuando el Espíritu Santo encuentra a María en un alma, se siente atraído irresistiblemente hacia ella y en ella hace su morada. A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy devoto de la Virgen María”. Una anécdota significativa del P. Kolbe.

Una vez que Maximiliano hizo una travesura, su madre lo reprochó con severidad: “Niño mío, ¡quién sabe lo que será de ti!”. Después, ella no pensó más, pero observó que el hijo había cambiado por completo. A menudo se retiraba ante un altarcito escondido en un rincón y rezaba llorando. Esto la preocupó: “¿Te pasa algo?, le preguntó. ¡Has de contar todo a tu mamita!”. Muy emocionado le dijo: "Mamá, cuando me reprochaste, pedí mucho a la Virgen me dijera lo que sería de mí. Entonces se me apareció llevando dos coronas: una blanca y otra roja. Me miró con cariño y me preguntó si quería las dos coronas. La blanca significaba la pureza y la roja que sería mártir. Contesté que las aceptaba... Entonces la Virgen me miró con dulzura y desapareció".

Atestigua la madre del P. Kolbe: “El cambio extraordinario en la conducta del niño fue para mí una clara señal de que todo era verdad. Él tenía plena conciencia, y al hablarme, con el rostro radiante, indicaba la deseada muerte de mártir”. Este fascinante encuentro de Maximiliano con la Virgen María fue el manantial de su santidad y apostolado. No olvides que los santos son obras maestras de Dios. ¿Por qué no lees una vida por año?
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron mucho.
Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estárter. Tómalo y dáselo por mí y por ti». (Mt 17,22-27)

Comentario:
Hoy, la liturgia nos ofrece diferentes posibilidades para nuestra consideración. Entre éstas podríamos detenernos en algo que está presente a lo largo de todo el texto: el trato familiar de Jesús con los suyos.
Dice san Mateo que Jesús y los discípulos iban «yendo un día juntos por Galilea» (Mt 17,22). Pudiera parecer algo evidente, pero el hecho de mencionar que iban juntos nos muestra cómo el evangelista quiere remarcar la cercanía de Cristo. Luego les abre su Corazón para confiarles el camino de su Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, algo que Él lleva muy adentro y que no quiere que, aquellos a quienes tanto ama, ignoren. Posteriormente, el texto recoge el episodio del pago de los impuestos, y también aquí el evangelista nos deja entrever el trato de Jesús, poniéndose al mismo nivel que Pedro, contraponiendo a los hijos (Jesús y Pedro) exentos del pago y los extraños obligados al mismo. Cristo, finalmente, le muestra cómo conseguir el dinero necesario para pagar no sólo por Él, sino por los dos y no ser, así, motivo de escándalo.
En todos estos rasgos descubrimos una visión fundamental de la vida cristiana: es el afán de Jesús por estar con nosotros. Dice el Señor en el libro de los Proverbios: «Mi delicia es estar con los hijos de los hombres» (Prov 8,31). ¡Cómo cambia, esta realidad, nuestro enfoque de la vida espiritual en la que a veces ponemos sólo la atención y el acento en lo que nosotros hacemos, como si eso fuera lo más importante! La vida interior ha de centrase en Cristo, en su amor por nosotros, en su entrega hasta la muerte por mí, en su constante búsqueda de nuestro corazón. Muy bien lo expresaba san Juan Pablo II en uno de sus encuentros con los jóvenes: el Papa exclamó con voz fuerte «¡Miradle a Él!».
P. Joaquim PETIT Llimona, L.C. (Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Maximiliano Kolbe
Mártir
Nació cerca de Lodz (Polonia) en 1894. Ingresó en los Franciscanos Conventuales, estudió en Roma y allí recibió la ordenación sacerdotal. Pronto, encendido en el amor a la Madre de Dios, fundó la asociación «Milicia de la Inmaculada» que propagó con entusiasmo con varias publicaciones y a cuyo servicio fundó la «Ciudad de la Inmaculada». En 1930 marchó como misionero a Japón, donde se esforzó por extender la fe cristiana bajo el patrocinio de la misma Virgen Inmaculada. Vuelto a Polonia en 1936, intensificó la publicación y difusión de revistas marianas. Desencadenada la II Guerra Mundial, fue detenido por los nazis e internado en el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz (Cracovia, Polonia), donde lo destinaron a un trabajo tan penoso como el de trasportar cadáveres al crematorio. Y allí murió el 14 de agosto de 1941, tras haberse ofrecido voluntariamente a sustituir a un padre de familia condenado a la muerte por hambre. Juan Pablo II lo canonizó en 1982 y decretó que se le venerase también como mártir.
Oración: Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María Kolbe, apóstol de la Inmaculada, le llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo; concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y tener el valor de asemejarnos a tu Hijo, incluso hasta en la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano  

Pensamientos de San Maximiliano Kolbe
“La frecuente conversación cara a cara con María o a sus pies, será una óptima escuela para que aprendas a conquistar para Ella un número cada vez mayor de almas y profundice en ellas su reino cada vez más. No tengas miedo: aunque creas tener ya un pie en el infierno, si no te cansas de dirigirte a Ella con plena confianza, sin considerar absolutamente tu situación interior, debes estar tranquilo porque sin duda alguna no perecerás”

“La vida es breve… se vive una sola vez. Es necesario ser santos, no a medias, sino totalmente, para gloria de la Inmaculada y la mayor gloria de Dios”

Tema del día:
Cultura del descarte
El Papa Francisco ha denunciado varias veces la cultura del descarte. ¿Se aplica esta denuncia a temas como el aborto, la fecundación artificial, el diagnóstico prenatal?

Para responder, necesitamos recordar qué se entiende por cultura del descarte. En la exhortación “Evangelii gaudium” (n. 53) el Papa Francisco indicó que este tipo de cultura ve al ser humano como un bien de consumo, como algo que puede ser usado y que, cuando no sirve, se tira.

En muchos lugares del planeta la cultura del descarte se aplica a los embriones, sobre todo en dos ámbitos muy concretos: la reproducción artificial y el aborto.

La reproducción artificial en sus diferentes formas (especialmente en la fecundación en vitro) busca obtener un hijo, y un hijo que responda a las expectativas de sus padres.

Para conseguir ese hijo, con frecuencia las clínicas de reproducción asistida producen varios embriones. Unos son congelados como material disponible para eventuales usos en el futuro. Otros son analizados, si así se decide, con un diagnóstico preimplantacional para controlar su “calidad” y sus características.

Luego, si los padres (o solo la mujer) están de acuerdo, se determina cuáles y cuántos de esos embriones son trasladados al seno materno para lograr el embarazo tan deseado, y qué se hace con los “sobrantes”.

Cuando se trasladan varios embriones, es posible que se produzca un embarazo pluri-gemelar. ¿Cómo se afronta la situación? No pocas veces se decide la “reducción embrionaria”, que es simplemente un aborto: se eliminan los embriones “en exceso” para dejar solo a uno, o quizá a dos, según los deseos de la madre.

El fenómeno de la “reducción embrionaria” manifiesta una de las facetas típicas de la cultura del descarte: solo viven los embriones deseados, los demás sobran y son eliminados.

Esa misma faceta es la que explica la amplia difusión del aborto en tantos contextos y países.

Sí: el aborto existe cuando un hijo es visto como “algo”, como un “producto” no deseado. No es deseado por llegar en un momento “inoportuno”, por la situación personal de la mujer, por los planes del marido o del padre, o por otros motivos.

Entre esos motivos también se da el eugenésico, desde el uso, muy extendido, del diagnóstico prenatal, que permite controlar si existan en el embrión defectos o características no deseadas. Cuando tales defectos son descubiertos, muchos optan por destruir a esos embriones o también a fetos más desarrollados.

Una vez que el embrión ha quedado clasificado como cosa que vale según los deseos de otros, la cultura del descarte aceptará sin mayores problemas que sea destruido. Lo cual es una mentalidad injusta, porque rechaza el valor intrínseco de algunos seres humanos (los hijos antes de nacer), a los que se ve como productos que no “sirven” si no corresponden con los deseos de quienes deberían protegerlos y amarlos.
© P. Fernando Pascual

Meditaciones
Así como los niños están perdidos si quieren hacer su propia voluntad, puesto que no tienen experiencia del mundo y de la vida y necesitan un padre y una madre que los guíe, que piensen por ellos, que los cuiden y los orienten por el camino del bien; así también nosotros, que queremos ser infantes en la vida espiritual, debemos renunciar a nuestra propia voluntad para seguir la voluntad de Dios, que sabe guiarnos por el camino de la vida espiritual, tan desconocido para nosotros ,y en el que hay tantos peligros y tantas emboscadas del Maligno, que espera a la vera del camino para desviarnos de él.
Por eso tenemos que fiarnos de Dios, de la Virgen, de nuestro Ángel Custodio, y seguir sus consejos, seguir su voluntad, la voluntad de Dios, porque si queremos hacer lo que se nos da la gana, muy pronto estaremos enredados en pecados y en problemas de todo tipo, con peligro de perdernos para siempre en el Infierno.
Tenemos que aprender a ser niños dóciles, porque hay muchos peligros en la vida, y nadie puede andar por un país desconocido sin un guía experto, y más si en dicho país hay fieras dispuestas a despedazar o peligros de valles y quebradas abruptos. Y así es la vida del hombre sobre la tierra, que más que enemigos y peligros materiales, tiene enemigos y peligros espirituales, que no sorteará si no es dócil a Dios.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud de Beatriz B., de provincia de Buenos Aires, Argentina, afectada de anemia hemolítica. Ha salido de una internación y ahora la encomendamos a la mediación de la Virgen de San Nicolás, para que Ella pida a Jesús por la pronta recuperación de nuestra amiga Betty. 

Pedimos oración para la señora Luisa, de Córdoba, Argentina, que ha tenido síntomas compatibles con procesos isquémicos cerebrales y está siendo estudiada neurológicamente. Que la Virgen del Rosario del Milagro, patrona de esta ciudad, interceda por ella ante el Señor para su pronto restablecimiento.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de María
 
Agosto 14
María Santísima, desde el momento de la Anunciación, tuvo la resolución profunda, permanente y eficaz de consagrar su vida a la persona y a la obra de su Hijo y cooperar con amor a la salvación de los hombres.
Su voluntad estuvo siempre unida a la de Dios y la llama de su fervor ardía en presencia de Jesucristo, como la llama de un candelabro delante de un sagrario.
Así fue el Corazón de María y así debe ser tu corazón.
Virgen feliz porque creíste que en ti se cumpliría la Palabra de Dios, haz que no desee yo otra cosa que hacer Su voluntad.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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