viernes, 23 de febrero de 2018

Pequeñas Semillitas 3602

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3602 ~ Viernes 23 de Febrero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Toda la Cuaresma, con su constante invitación a la conversión, es un hermoso recordatorio de cómo Dios nuestro Señor nos quiere, a todos y cada uno de nosotros, plenamente santos, absolutamente santos. “Purifíquense de todas sus iniquidades, renueven su corazón y su espíritu”, dice el Señor.
Entrar constantemente dentro de nosotros mismos y vigilar nuestra alma es el camino necesario, ineludible para poder llegar a vivir esta penitencia de los sentimientos. Es el camino del cual no podemos prescindir para tener bien dominada toda esa corriente que son los sentimientos, de manera que no perdamos nada de la riqueza que ella nos pueda aportar, pero tampoco nos dejemos arrastrar por la corriente, que a veces puede llevarnos lejos de Dios nuestro Señor.
El camino de conversión es difícil, exige una gran apertura del corazón, exige estar dispuestos, en todo momento, a cuestionarnos y a enriquecernos. Hagamos de la Cuaresma un camino de enriquecimiento, un camino de encuentro más profundo con Cristo, un camino en el que al final, la Cruz de Cristo haya tocado todos los resortes de nuestra personalidad.
P. Cipriano Sánchez

¡Buenos días!

Si queremos…
Cuando tu vida se encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, cuidar, entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo con humildad.

Muchas veces nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Debemos recordar que: Nada está escrito. Nada está hecho. Nada es imposible. Todo depende de nuestra voluntad, don precioso de Dios. Es una fuerza que nos sale de adentro. Basta decir: "¡Sí, puedo!" a cada desafío. Cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de interponerse. Si queremos... podemos llegar más lejos. Si queremos... podemos llegar más alto. Si queremos... podemos hacer lo que sea. Sólo hay que proponérselo, y trabajar para lograrlo. ¡Yo sé que tú puedes!

Ejercitar la paciencia es un buen modo de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal… Lo que hay que hacer, se hace, ¡ahora! Sin aplazarlo. Si algo supone esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal. Como ejercitas tus músculos, ejercita tu voluntad.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.
»Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo». (Mt 5,20-26)

Comentario:
Hoy, el Señor, al hablarnos de lo que ocurre en nuestros corazones, nos incita a convertirnos. El mandamiento dice «No matarás» (Mt 5,21), pero Jesús nos recuerda que existen otras formas de privar de la vida a los demás. Podemos privar de la vida a los demás abrigando en nuestro corazón una ira excesiva hacia ellos, o al no tratarlos con respeto e insultarlos («imbécil»; «renegado»: cf. Mt 5,22).
El Señor nos llama a ser personas íntegras: «Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano» (Mt 5,24), es decir, la fe que profesamos cuando celebramos la Liturgia debería influir en nuestra vida cotidiana y afectar a nuestra conducta. Por ello, Jesús nos pide que nos reconciliemos con nuestros enemigos. Un primer paso en el camino hacia la reconciliación es rogar por nuestros enemigos, como Jesús solicita. Si se nos hace difícil, entonces, sería bueno recordar y revivir en nuestra imaginación a Jesucristo muriendo por aquellos que nos disgustan. Si hemos sido seriamente dañados por otros, roguemos para que cicatrice el doloroso recuerdo y para conseguir la gracia de poder perdonar. Y, a la vez que rogamos, pidamos al Señor que retroceda con nosotros en el tiempo y lugar de la herida —reemplazándola con su amor— para que así seamos libres para poder perdonar.
En palabras de Benedicto XVI, «si queremos presentarnos ante Él, también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros. Por eso, es necesario aprender la gran lección del perdón: no dejar que se insinúe en el corazón la polilla del resentimiento, sino abrir el corazón a la magnanimidad de la escucha del otro, abrir el corazón a la comprensión, a la posible aceptación de sus disculpas y al generoso ofrecimiento de las propias».
Fr. Thomas LANE (Emmitsburg, Maryland, Estados Unidos)

Santoral Católico:
San Policarpo
Obispo y Mártir
Nació en Esmirna (Turquía) el año 69. Discípulo del apóstol san Juan y último testigo de la época apostólica, fue nombrado por los mismos Apóstoles obispo de Esmirna, dio hospedaje a su amigo Ignacio de Antioquía, quien luego le escribió una carta hoy famosa, tuvo como discípulo a san Ireneo. Escribió una carta a la Iglesia de Filipos, que había sido fundada por el apóstol Pablo. Hizo un viaje a Roma el año 154 para tratar con el papa Aniceto la cuestión de la fiesta de la Pascua. Selló con su sangre el testimonio de su fe en Cristo, condenado a morir en la hoguera en el anfiteatro de Esmirna el año 155, bajo los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio. Al procónsul romano que lo invitaba a maldecir de Cristo, respondió Policarpo: «86 años hace que le sirvo y ningún daño he recibido de Él, ¿cómo puedo maldecir a mi rey, el que me ha salvado?... Yo soy cristiano».
Oración: Dios de todas las criaturas, que te has dignado agregar a san Policarpo, tu obispo, al número de los mártires, concédenos, por su intercesión, participar con él en la pasión de Cristo, y resucitar a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día 
"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor, recuerda:
Si eliges el mundo te quedarás sin amor,
pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo"
(Albert Einstein)

Tema del día:
Nuevos ayunos para nuevos tiempo
Aunque de pequeño viví muy intensamente las diferentes cuaresmas que me tocaron en la infancia, estoy en un momento de la vida donde necesito actualizar ciertas prácticas. Sin ánimo de entrar en controversias, y respetando al máximo las enseñanzas de la Iglesia, a veces me pregunto cómo actualizar la práctica del ayuno en unos tiempos donde, al menos yo, estoy más saturado de experiencias, tendencias y dejadeces personales más que de carne o alimentos.

En oración, pienso que el corazón se prepara de muchas maneras para estar a punto para acompañar al Señor. Muchas de esas maneras se escriben en positivo y otras en negativa.

- Ser mucho más exigente con mi cuidado personal.
- Cocinar más alimentos de forma natural, sobre todo para poder desayunar.
- Ser exigente con el cuidado de mi cuerpo e ir al gimnasio cuando lo tengo previsto, no poniéndome excusas.
- Acostarme como máximo a las 00:30 de la noche, para dormir al menos siete horas.
- Unirme a la Iglesia en el rezo de Laudes y Completas, cada día.
- Estar en silencio 15 minutos al día.

Y en negativo también encontré unas cuantas:

- Dejar de utilizar el teléfono móvil a partir de las 22:00 de la noche.
- No tomar gaseosas ni alcohol durante la Cuaresma.
- No trabajar a partir de las 19:30 de la tarde.

Podría seguir pensando pero creo que tengo suficiente para estos días de Cuaresma. Un ayuno que se nutre del silencio, de la oración y del cuidado personal, con alguna privación para educar bien mi espíritu y disponerlo adecuadamente para la batalla del amor y para las vicisitudes del desierto: tentación, soledad…

Cuanto más sea capaz de quererme, de valorarme como auténtica criatura divina; cuanto más sea capaz de respetarme, de escucharme, de acompañarme; de darle sentido a mi vida dejando atrás la sensación de que soy llevado por otras fuerzas…

La Cuaresma es un tiempo para coger el timón y practicar eso de gobernarse a uno mismo. Más que de disciplina, este es un asunto de restauración. Como dice el salmista, “Señor, restáurame”. Quiero lucir refulgente. Al menos yo.

Un abrazo fraterno.
Santi Casanova - Aleteia

Vía Crucis
Hoy viernes, invito a los lectores a rezar el Vía Crucis como oración eficaz de preparación en esta Cuaresma.
El Vía Crucis es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, “vía crucis” significa "camino de la cruz". Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones". Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta el Calvario.
Puedes conocer más detalles y rezarlo si entras en la página del Web Católico de Javier haciendo clic acá

Cada día de Cuaresma
La Cuaresma es un tiempo de penitencia
I. La eficacia de la auténtica penitencia, que es la conversión del corazón a Dios, puede perderse si se cae en la tentación, frecuente antes y ahora, de soslayar que el pecado es personal. Dios quiere que el pecador se convierta y viva (Ezequiel 18, 23), pero éste ha de cooperar con su arrepentimiento y su penitencia. “El pecado, en sentido verdadero y propio, es siempre un acto de la persona, porque es un acto libre de la persona individual, y no precisamente de un grupo o una comunidad” (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica). Los pecados dejan una huella en el alma. Además existen pecados y faltas no advertidas por falta de espíritu de examen o por falta de delicadeza de conciencia... Son como malas raíces que han quedado en el alma y que es necesario arrancar mediante la penitencia para impedir que generen frutos amargos. Concretaremos la penitencia en cosas pequeñas, y también con el consejo del director espiritual, otras mortificaciones de más relieve, que nos ayuden a purificar el alma y a desagraviar por los pecados propios y ajenos.

II. El pecado deja una huella en el alma que es preciso borrar con dolor, con mucho amor. Por otra parte, aunque el pecado es siempre una ofensa personal a Dios, no deja de tener sus efectos en los demás. Para bien o para mal estamos constantemente influyendo en quienes nos rodean, en la Iglesia y en el mundo. “No existe pecado alguno, aun el más íntimo y secreto, el más estrictamente individual, que afecte exclusivamente a aquel que lo comete. Todo pecado repercute, con mayor o menor intensidad, con mayor o menor daño, en todo el conjunto eclesial y en toda la familia humana” (Juan Pablo II). Nos pide el Señor que seamos motivo de alegría y luz para toda la Iglesia, y sabernos ayuda, también en penitencia, para todo el Cuerpo Místico de Cristo. Penitencia discreta, alegre, inadvertida en medio del mundo, pero traducida en hechos concretos.

III. La vida del cristiano puede estar llena de esta penitencia que Dios ve: ofrecimiento de la enfermedad o del cansancio, rendimiento del propio juicio, trabajo acabado y bien hecho por amor de Dios. Una penitencia especialmente grata al Señor es aquella que recoge muchas muestras de caridad y tiende a facilitar a otros el camino hacia Dios, haciéndoselo más amable. Nuestra Madre Santa María nos enseñará a encontrar muchas ocasiones para ser generosos en la entrega a quienes están a nuestro lado en el quehacer de todos los días.
© Francisco Fernández Carvajal

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Adriana María M., 48 años, de Argentina,, con algunos problemas de salud y difícil situación económica familiar. Que el Señor la fortalezca en su salud y le ayude en el trabajo que iniciará en el mes de Marzo.

Pedimos oración para monseñor Oscar Julio Vian, arzobispo de Guatemala, que está sufriendo una enfermedad, por lo que rogamos que Dios lo sane y Maria Santísima este con él para ayudarlo a superar este momento de difícil prueba.

Pedimos oración por la salud del doctor Norberto D., de Buenos Aires, Argentina, que está siendo sometido a estudios por una importante enfermedad, rogando a la Virgen de Lourdes que lo acompañe para que los resultados sean favorables y se recupere.

Pedimos oración para Ana Elsy R., 48 años, de Bogotá, Colombia, afectada de un tumor en la cabeza. Rogamos a Jesús Misericordioso que le conceda la gracia de poder sanarse.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Febrero 23
"Ven Espíritu Santo. Porque yo fui creado para encontrar la felicidad, la verdadera paz, el gozo más profundo, pero todo eso sólo se encuentra en ti. Las cosas de este mundo me dan alguna felicidad, pero al final siempre me dejan vacío y necesitado.
Por eso te ruego, Espíritu Santo, que me des la gracia de abrirte mi interior y de amarte con todo mi ser, para alcanzar el gozo que vale la pena. Quiero gozar de tu amistad, tu cariño, tu abrazo de amor, tu fuego santo. No permitas que me absorban las cosas del mundo y tócame con la caricia suave y feliz de tu ternura.
Ven Espíritu Santo, para que pueda entrar en el corazón de Jesús, para que sienta el llamado del Padre Dios que siempre me espera.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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