miércoles, 23 de mayo de 2018

Pequeñas Semillitas 3669

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3669 ~ Miércoles 23 de Mayo de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
De nada valdría tener los silos llenos de trigo si no hubiese invitados a la fiesta del pan.
No serviría para nada la inmensidad de los mares si no se encontraran compañeros para la travesía.
Esta es la esperanza que te pedimos, oh grande y buen Dios: la fuerza de la esperanza que hace brotar y florecer, fructificar y ser de todos el bello y divino milagro de la vida. Amén.

¡Buenos días!

Afilar el hacha
“Si vas siempre a velocidades muy altas, cansarás el motor del auto. Si vives siempre bajo presión, tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy pronto. Si corres tanto no encontrarás a nadie y, lo que es más grave, no te encontrarás ni a ti mismo. Si quieres captar lo más profundo que hay en ti, has de saber detenerte y reflexionar” (Michel Quoist). Tómate tiempo para afilar tu hacha.

En cierta ocasión, un hombre joven de nombre Mauro, llegó a un campo de leñadores, ubicado en la montaña, para trabajar. Durante su primer día de tareas trabajó arduamente y como resultado taló muchos árboles. El segundo día, trabajó tanto como el primero, pero su producción fue apenas la mitad del primer día. Al tercer día, se propuso mejorar su producción. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los resultados fueron nulos. Al ver el capataz el escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: "¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?". El joven respondió: "Realmente no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".

Gran sabiduría es tomarte un tiempo de meditación cada día: para encontrarte con ti mismo y con lo que realmente piensas y deseas. Así despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con urgencia, y darás solidez a tu vida, zarandeada por las vicisitudes del trabajo cotidiano. Aprende y practica la secreta sabiduría de “afilar tu hacha”.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy 
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros». (Mc 9,38-40)

Comentario:
«El que no está contra nosotros, está por nosotros»
Hoy escuchamos una recriminación al apóstol Juan, que ve a gente obrar el bien en el nombre de Cristo sin formar parte del grupo de sus discípulos: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo porque no viene con nosotros» (Mc 9,38). Jesús nos da la mirada adecuada que hemos de tener ante estas personas: acogerlas y ensanchar nuestras miras, con humildad respecto a nosotros mismos, compartiendo siempre un mismo nexo de comunión, una misma fe, una misma orientación, es decir, caminar juntos hacia la perfección del amor a Dios y al prójimo.
Esta manera de vivir nuestra vocación de “Iglesia” nos invita a revisar con paz y seriedad la coherencia con que vivimos esta apertura de Jesucristo. Mientras haya “otros” que nos “molesten” porque hacen lo mismo que nosotros, esto es un claro indicio de que todavía el amor de Cristo no nos impregna en toda su profundidad, y nos pedirá la “humildad” de aceptar que no agotamos “toda la sabiduría y el amor de Dios”. En definitiva, aceptar que somos aquellos que Cristo escoge para anunciar a todos cómo la humildad es el camino para acercarnos a Dios.
Jesús obró así desde su Encarnación, cuando nos acerca al máximo la majestad de Dios en la pequeñez de los pobres. Dice san Juan Crisóstomo: «Cristo no se contentó con padecer la cruz y la muerte, sino que quiso también hacerse pobre y peregrino, ir errante y desnudo, quiso ser arrojado en la cárcel y sufrir las debilidades, para lograr de ti la conversión». Si Cristo no dejó pasar oportunidad alguna para que vivamos el amor con los demás, tampoco dejemos pasar la ocasión de aceptar al que es diferente a nosotros en la manera de vivir su vocación a formar parte de la Iglesia, porque «el que no está contra nosotros, está por nosotros» (Mc 9,40).
Rev. D. David CODINA i Pérez (Puigcerdà, Gerona, España)

Santoral Católico:
San Juan Bautista Rossi
Presbítero
Nació en Voltaggio, provincia de Génova (Italia), el año 1698. A los trece años, huérfano de padre, se trasladó a Roma, a casa de un tío suyo sacerdote. Para dar cauce a la vocación sacerdotal que sentía desde pequeño, estudió en el Colegio Romano de los Jesuitas, y en 1721 se ordenó de sacerdote. En el tiempo de estudiante sufrió los primeros ataques de epilepsia, que lo atormentarían toda su vida. Ya presbítero, se entregó con mayor entusiasmo al apostolado que había iniciado con anterioridad entre los estudiantes, los pobres y los marginados, los enfermos y los niños abandonados, a todos los cuales aliviaba y evangelizaba. Al mismo tiempo atendía el confesonario y era un excelente director espiritual. En línea con su empeño pastoral y caritativo fundó la Pía Unión de sacerdotes seculares de Santa Galla, tomando el nombre del Hospital u hospicio de Pobres del que era capellán. Fundó también un hospicio para mujeres sin casa y desamparadas. En los últimos meses de su vida, se agravó la epilepsia y le hizo pasar un calvario. Murió en Roma el 23 de mayo de 1764.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día

“Seamos los servidores del pobre.
Hemos de brindar al pobre
un servicio generoso, sincero.
En el mundo, a la gente se le paga por su trabajo.
Sintámonos pagados por Dios”.
Santa Madre Teresa de Calcuta

Tema del día:
La Iglesia en Chile
Según el padre Hans Zollner, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores (dirige también el Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma), la crisis de los abusos sexuales en Chile podría ser paradójicamente beneficiosa.

¿Cómo mide usted la importancia de la decisión de los obispos chilenos de presentar su renuncia al Papa?

¡En la historia de la Iglesia, nunca ha ocurrido antes que toda una conferencia episcopal haya puesto su cargo en manos del Santo Padre! No se trata de una sola persona, ni siquiera de varias, sino del conjunto de la jerarquía de una Iglesia local, que acepta el reto de llegar hasta el fondo de la cuestión. Esto es lo que el Papa escribió en su carta a los obispos: no basta con un cambio de apariencia moviendo esto o aquello, hay que descubrir las raíces del problema.

Entre los casos precedentes de esta magnitud, ¿la comparación con Irlanda bajo el pontificado de Benedicto XVI le parece pertinente?

Juan Pablo II llamó a los obispos estadounidenses a Roma en 2002 [después del escándalo de los abusos sexuales], Benedicto XVI habló con todos los obispos irlandeses en 2010. Esto significa que no es la primera vez que el episcopado de un país se convoca de esta manera. Pero por primera vez –y esto es único en el caso actual– todos los obispos sin excepción expresaron una toma de conciencia: la necesidad de un cambio radical, a nivel estructural, sistémico.

En el fondo, ¿dónde cree usted que se encuentra el mal?

Una de las raíces es sin duda lo que el Papa ha denunciado tantas veces en sus homilías y en varios documentos sobre Chile: la pérdida del sentido de servicio por parte de sacerdotes y obispos, el hecho de sentirse autorizados a un trato especial. También en el endurecimiento de los corazones, que pone la reputación y el poder por encima de la realidad del sufrimiento y la angustia de los necesitados.

¿Qué decisiones hay que tomar, qué acciones son necesarias para reformar la Iglesia en Chile, en términos de la purificación y renovación exigidas por el Papa?

Acabamos de celebrar Pentecostés. El Espíritu del Señor siempre actúa de formas nuevas y nos sorprenderá una vez más, ¡de eso estoy seguro! Ha habido tantas crisis en la Iglesia. La fe enseña que no podemos salvarnos por nosotros mismos, ni tampoco la Iglesia. El Maestro de la historia y de la Salvación es Dios. A nosotros nos toca aprender de nuevo a dejarnos interpelar por el Evangelio, a convertir nuestro corazón, para que estos acontecimientos nos acerquen más al Señor. Y hacer que la Iglesia sea más creíble y auténtica. Estoy convencido de que uno de los elementos esenciales para este fin es escuchar las voces de las víctimas de abusos. Me conmovió personalmente el testimonio de personas profundamente heridas, que compartieron su camino de pasión, cruz y resurrección.
Entrevista realizada por Aymeric Pourbaix (Aleteia)

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Acompañar se trata de estar presente para el dolor de otra persona; no de hacer que su dolor desaparezca.
Acompañar se trata de ir al desierto del alma con otro ser humano; no de creer que somos responsables de encontrar la salida.
Acompañar se trata de honrar el espíritu; no de enfocarse en el intelecto.
Acompañar se trata de escuchar con el corazón; no de analizar con la cabeza.
Acompañar es dar testimonio de las luchas de otros; no de juzgar o dirigir esas luchas.
Acompañar se trata de caminar al lado; no de conducir o ser conducido.
Acompañar se trata de descubrir los dones del silencio sagrado; no significa llenar con palabras cada momento.
Acompañar al que sufre se trata de quedarse quieto y en silencio; no de querer moverse frenéticamente hacia adelante.
Acompañar se trata de respetar el desorden y la confusión; no de imponer orden y lógica.
Acompañar se trata de aprender de otros; no de enseñarles.
Acompañar se trata de tener una actitud de curiosidad y no de expertos.
Alan D. Wolfelt

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Nancy D. de C., de 71 años de edad, de Venezuela, con intensos dolores de huesos y articulaciones; Sonia, de Argentina pero radicada en Francia, mujer joven y madre, que será operada mañana de cáncer de útero; y Violeta E., de 70 años, de Miami, USA, aquejada de varios problemas de salud. A estas personas se las encomendamos a Jesús, por mediación de la Santísima Virgen, para rogar por su curación. 

Pedimos oración para dos personas de la provincia de Buenos Aires, Argentina: Olga Delia F., de 70 años de edad, que será operada de cadera hoy; y también por Alejandro B., de 63, de Olavarría, a quien mañana realizarán una arteriografía de la cual podría surgir la necesidad de colocar stent. Que el Espíritu Santo ilumine a los profesionales médicos que los atienden y Dios permita que todo salga bien. 

Pedimos oración para María del Valle V. de M., de la provincia de Santa Fe, Argentina, lectora de esta página desde sus inicios, y que ahora atraviesa por diversos problemas de salud que le ocasionan molestias dolorosas severas, rogando al Señor que permita que encuentre alivio en los tratamientos.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Mayo 23
"Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente."
Estas palabras parecen un poco negativas, pero lo que dicen es completamente cierto. Sin la acción del Espíritu Santo no hay nada inocente en nuestras vidas.
Es verdad que sin el Espíritu Santo podemos construir una casa, o ganar dinero, o dar un buen examen; también podemos hacer cosas que en apariencia son virtuosas, como ahorrar dinero, o evitar las drogas, etc. Pero nada de eso es en verdad santo y bello sin la acción del Espíritu Santo. Porque sin él en realidad estamos siempre buscando nuestro interés sin preocuparnos con sinceridad por el bien de los otros. Sin él tampoco nos interesa de verdad la gloria de Dios.
Nosotros podríamos decir que hay personas que no son cristianas, o que son ateas, pero que verdaderamente dan la vida por los demás. Es posible; pero si eso de verdad es sincero y generoso, es porque en ellos está actuando el Espíritu Santo.
Muchas veces él está invitándonos a hacer el bien, pero su impulso no obtiene resultados porque nosotros lo ignoramos o nos resistimos.
Pero si en algún momento lo dejamos actuar, y brota en nosotros un sentimiento verdadero de bondad, o una decisión realmente generosa, tenemos que darle gracias a él. Porque eso sería imposible sin su impulso, sin su invitación, sin su gracia que nos eleva.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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